M. : Vaya vida esta...
Elvira: ¿Por qué te quejas?
M. : Porque esta vida no mejora y las cosas siempre siguen igual.
Elvira: Bueno, piensa al menos que las cosas siempre son susceptibles de empeorar.
M. : Sí... pero también son susceptibles de mejorar, digo yo.
Elvira: Sí, siempre que no te quedes ahí sentada viendo la vida pasar. Pero quedarse quieto a esperar que venga algo o alguien y haga que todo cambie no sirve para nada.
Al final uno acaba desaprovechando los buenos momentos pensando en lo que no tiene y no disfruta de lo que sí tiene. Sólo hasta que se pierde un elemento importante en nuestra vida, no sabemos lo felices que éramos cuando lo teníamos...
M. : Siempre te entra la vena filosófica cuando hablamos de las cosas más triviales y en los lugares menos adecuados...
Elvira: ¡Ey! ¿Quién dijo que una cocina no es un buen lugar para filosofar?
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