30 mayo, 2012

Analizando a los internautas del blog

Bien, en esto que he estado trasteando en el blog y he visto una herramienta que no tenía, y me he dicho: estupendo, vamos a probarla.

La herramienta en cuestión destaca aquellas entradas más vistas por quienes aterrizan en el blog.

Yo ya tengo más o menos asumido el perfil de mis lectores -oh, mis fieles y callados lectores que no comentáis ni así os maten salvo honrosas excepciones... pero sé que estáis ahí, cuánto os quiero-. Pero los internautas, esos profanos, entran aquí porque les interesa un tema en concreto y da la casualidad de que lo he tratado.

Analizando, pues, la columna de la derecha que muestra las entradas más vistas en el último mes, tenemos:

1. Hoy, pingüinos. Lo cual no deja de tener su gracia. Un día, puse a los pingüinos como ejemplo a seguir, debido a sus hábitos, y desde entonces noté cómo las visitas a mi blog se incrementaban bastante por esa entrada. Total, que decidí hacer otra en la que mayoritariamente se vieran fotos de pingüinos y aprovechar para reírme de mí un poco, ya que me esforzaba en hacer un blog medianamente serio y la gente que entraba aquí lo hacía porque quería ver... pingüinos. Así que nada, pingüinos para todos.

2. Café vs. Té ¿Qué es mejor?. Escrita claramente por mi antigua adicción a la cafeína. Al final me salió una entrada seria a pesar del tono despreocupado con el que la escribí. Me molesté en informarme, así que me alegro de que mi modesta labor divulgativa obtenga su fruto.

3. Serie Lost (Perdidos) Opinión personal sobre los personajes. Esta entrada a pesar de ser relativamente reciente se ha abierto paso por el ránking a una velocidad pasmosa. En gran parte la escribí por eso, por puro márketing, por pura codicia acumulativa de lectores. En menor parte, por llevarle la contrario a un montón de seguidores de la serie. La avaricia tiene que ser divertida, si no, te destruye.

4. FURIA DE TITANES. Así, en mayúsculas. Cuando fui a ver esa película ya sabía que era mala, pero creo que no era consciente del alcance de lo que puede generar el cine contemporáneo en cuestión de basura audiovisual. Me dediqué a reventarla escena por escena, claro, con el sadismo que me caracteriza. Lo bueno de esta película para mí es que la he disfrutado cuatro veces más de lo normal: cuando la vi, cuando la recordé para escribir aquí sobre ella, cuando la escribí y también ahora, cuando la leo. Hasta de los bodrios se puede sacar algo bueno. Y si conseguí que alguien se ahorrara el dinero del cine, mejor. Acabo de volver a leerla y me ha dado la risa. No tiene desperdicio, como la película. Mala no, peor.

5. Una de las muchas viñetas ingeniosas de Alberto Montt. Señor Montt... o Alberto (¿puedo llamarle Alberto?), reconozco que el que entren en ese post de mi blog es todo mérito suyo. Ahora que conozco mejor su trabajo he de decir que tiene viñetas mejores, pero esa en particular me hizo mucha gracia en su día. Espero que no le importe que algunos de los internautas que le buscan terminen aquí, en mi favor diré que probablemente muchos de mis lectores lo siguen ahora gracias a eso... o no... no sé. Considérelo una colaboración pacífica y sin demandas entre autores.

6. El mito de las dos Españas. Quién lo diría. En nada también ha destacado y esta vez sin trampas. La situación de España desde luego se ve que preocupa. Hay muchas personas tratando de informarse acerca de su Historia, cosa que me parece estupenda. Quedo satisfecha con el dato.

7. Exaptación, preadaptación ¿son lo mismo? ¿no lo son?. Esa fue una duda que me surgió mientras me preparaba para un examen. Hice una búsqueda superficial por la web sin encontrar la diferencia. Pregunté a varios biólogos, pero parecía que tenían cosas más importantes que hacer -Carlos Chordá, ahí me fallaste y eso me dolió-. Total, que seguí con mi investigación y logré una respuesta. Sin embargo no es fácil encontrarla. Me alegra saber que he ayudado a estudiantes y curiosos que se hacían la misma pregunta.

8. La mujer, el velo islámico, el feminismo y la dignidad humana. Un polémico tema que seguirá de moda en los próximos veinte años como mínimo.

9. Sobre la comunicación. Es lo más parecido a una poesía del ránking, así que me alegra que al menos una reflexión personal e íntima sea visitada con frecuencia.

10. Filosofía zen. Harta de las respuestas escuetas y sin sentido de este tipo de filosofía, hice una interpretación personal de una de esas parábolas. Sin rencores.


Viendo el panorama se deduce claramente que los internautas son consumidores de material visual, las letras en la web no les importan tanto. Vienen, me roban las fotos de pingüinos que yo robé en su momento y se van. Después, van a lo fácil, a lo que todo el mundo consume: productos, películas, series... Finalmente, las reflexiones y el humor. El hecho de que este blog contenga 152 entradas etiquetadas como "Literatura", la etiqueta más voluminosa con diferencia, es lo de menos.

Está claro que tratando los temas que trato y teniendo en cuenta cómo lo hago, éste nunca será un blog "popular". Eso no me preocupa, me alegra no escribir para todo el mundo si eso significa rebajar el listón de lo que hago. Después de ver muchos blogs basura con 400 seguidores, me alegra saber que mis 32 seguidores declarados suelen estar ahí... aunque no me comenten ni a tiros. Y sé que hay más, inconfesables, pero los ahí.

Feedback, esa es la palabra.

P.D.: Es posible que cuando leáis esto, haya cambiado el orden de las preferencias.

Homenaje a mi familia no humana


Así sería un poema de Edgar
si supiera escribir.


Miau, eres un gato como yo,

te reconocería en cualquier parte.

El hocico blanco, el pijama

naranja de rayas

y tus ojos dorados.

Mi más antiguo compañero

y el más niño de esta casa.



Miiu, tú eres un gato albino

de ojos ahora azul celeste,

ahora azul eléctrico;

parecerías un fantasma

si no fuera porque no das miedo.

Eres sinónimo de elegancia.



Mrau, que dice la princeza,

y sus ojos amarillos brillan silvestres

mientras a la luz del día se despereza.

Eres un torbellino,

eres un huracán en femenino

y una bicolor jovenzuela.



Meu, tú eres un gato un poco raro,

no te termino de ubicar,

con esas orejas tan largas

y ese hocico tan pequeño.

Pareces una bola de pelo

¿a qué especie pertenecerás?



Meoaw, tiene pico y plumas,

una capucha negra de superhéroe.

Siempre es el alma de la fiesta,

un experimentado aventurero,

un ruidoso insoportable

que siempre quiere volar

desde tu mano a tu sombrero.




Mau, esa eres tú, rubia extraña,

que me alimenta y me da los buenos días

por la mañana.




Prométeme que seré yo

no al único que ames,

pero sí tu favorito.

No puedo competir con cada bicho

que metes en mi casa.

Pero yo fui el primero, tu gato negro,

el de los ojos esmeralda.

Bastará con que te sientes a mi lado

cuando sienta la nostalgia,

con que me beses de manera diferente.




Somos tu familia,

tus aliados de por vida,

te daremos mucho trabajo

¡pero qué narices!

sarna con gusto no pica.



27 mayo, 2012

Muy joven e ingenua*

*Conclusión irremediable de mis padres acerca de mí en cada sobremesa que dedicamos a la tertulia.

Ésa soy yo, al menos en mi casa, desde siempre. Claro, que el sentido que se le otorgan a esas palabras no concuerda del todo con los términos del diccionario.

En el instante en el que "joven" significa "apasionada", mal vamos. Si además, "ingenua" significa "ser idealista" o "poner empeño en hacer las cosas bien", vamos peor.

Y es que se supone que, si joven e ingenua fueran dos calificativos fieles al diccionario, mi condición estaría necesariamente unida al paso del tiempo porque la juventud se cura y la ingenuidad también -o eso me han contado-.

Pero desde el punto y hora que "mi juventud" está irremediablemente unida a la pasión y mi ideología, fuertemente reflexionada, el paso del tiempo poco o nada tiene que decir.

Ser apasionada es una cualidad de mi temperamento y ser una idealista, en mi caso de izquierdas, fruto de mi reflexión. La ideología puede evolucionar a lo largo de la vida, por supuesto, pero si da un giro de 180º hacia el polo opuesto, es muy posible que la reflexión inicial no se diese y es posible que la reflexión última pueda también carecer de fundamento. Y éste no es mi caso.

De modo que, a pesar de las desgracias que la vida tenga para mí reservadas, me parece que a los sesenta años seguiré siendo, en términos de mi casa, muy joven e ingenua. Y tal vez, con suerte, en cuanto al diccionario también. La juventud y la ingenuidad están, en general, infravaloradas. Yo espero crecer sin perder jamás la capacidad de asombro, la curiosidad que tanto me caracteriza, o el deseo de querer hacer las cosas bien. Al final no hay diccionario que valga, simplemente personas que merecen la pena y personas que no la merecen. Y, corríjanme si me equivoco, pero las personas que merecen la pena suelen tener un espíritu joven e ingenuo. O tal vez es que a mí los listillos conformistas, semejantes a una lapa perenne que critica sin moverse de su sitio, no me gustan.

¿Saben aquel que diu "Si de joven no eres de izquierdas, no tienes corazón; si de mayor no eres de derechas, no tienes cerebro"? Eso es pasar por la vida sin entender nada de ella. Probablemente el primero que lo dijo carecía tanto de cerebro como de corazón, y los borregos que la han ido repitiendo desde entonces, también.

Tal vez llegue el día en el que la ingenuidad y la juventud no sean armas arrojadizas para desprestigiar a una persona. A veces son los juicios más infantiles, los menos corruptos, los más certeros. ¿Que harán esas personas acusadoras cuando el tiempo pase y aquellos a los que increpaban sigan pensando igual? ¿A qué lo achacarán entonces? ¿A tener una personalidad excéntrica, inmadura? Seguramente, porque lo diferente a nosotros tiene que ser necesariamente peor ¿no? Que quede claro que con los tiempos que corren yo soy una inadaptada, pero no debido a mi edad, sino pese a ello. Y orgullosa que estoy, ya que estar bien adaptado -en ese aspecto-, es sinónimo de ser mediocre.

Pero bueno, como seres humanos libres que son, esta reflexión mía puede pasar por sus mentes sin pena ni gloria. Y recuerden que tienen la ventaja de que, si no les gusta, pueden criticarla por ser su autora demasiado joven e ingenua como para apreciar la belleza de las imposiciones sociales, tradicionales y enlatadas, listas para consumir sin necesidad de saborearlas siquiera. La vida está para correr y atragantarse, rápido rápido, que el tiempo nos consume.

Total, qué es una simple vida efímera como la mía al lado de millones de años de... involución.

26 mayo, 2012

Yendo río abajo...

Quiere que sea constante, como el río... pero el río no es nada constante.

22 mayo, 2012

Huelga en Educación #22M


NO a los recortes en Educación.
NO a la subida de tasas.
NO a la masificación de las aulas.
NO al despido de profesorado.

POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA Y DE CALIDAD

21 mayo, 2012

Sobre la comunicación

Hay que eliminar todo aquello que entorpezca la comunicación. A veces, sobran las florituras, las piruetas, los términos rimbombantes en el lenguaje oral.

En el lenguaje escrito sobra todo aquello que sobrecargue la visión del lector. Las palabras, las letras, deben fluir sin tropiezos, unas detrás de las otras sin atacar en ningún momento la visión ni el buen gusto de quien las lee.

En ocasiones, el lenguaje se vuelve tosco a la hora de comunicar. Hay veces en las que el lenguaje es completamente innecesario y sólo entorpece la comunicación. Prueba de ello es que las emociones más significativas suelen transmitirse sin necesidad de palabras.

19 mayo, 2012

El silencioso potencial de una semilla



Vivo en una maceta,

bonita pero estrecha.

Estiro mis hojas al sol,

humedezco mi tierra seca

con gotas de lluvia

que caen en primavera.

Agradezco este viento,

esta noche que no llega

pronto, y tarde se marcha.

Mis raíces en cambio

son otra historia.

Están enredadas,

constreñidas en esta maceta

que no crece conmigo,

que empobrece el oxígeno

y acumula la escarcha.

No doy flores desde hace tiempo

como un cactus seco del desierto;

pero yo no soy un cactus,

soy un miramelindo

y tengo mi tallo amarillo,

desecado por el sol.

El día menos pensado,

mis raíces romperán esta jaula

que me apresa, y una grieta

aparecerá entre la cerámica

y la pintura, que me abrirá

las puertas de mi crecimiento.

Y será como en los viejos prados,

será como en las pardas cumbres,

viviré libre y salvaje

lejos de todo molde

que me diga cómo debo ser.

Soy un miramelindo silvestre,

nací para extender mis raíces

por la tierra, nutrirme de ella

y a ella volver.

Pero hasta ese día debo crecer,

aprender a estirar las hojas

hacia un cielo que no termina,

hacia un prisma infinito

de vientos y brisas.

Hacerle cosquillas en la nariz

a un conejo, a un zorro que pase por mi lado,

dejar que aprecie la belleza de mis flores

cualquier enamorado.

Y vivir sin tiestos, agarrado a tierra firme

ofreciendo mis sueños

a cualquier transeúnte.

Que me mires, reconozcas

y pienses: eso no es un miramelindo común,

es un miramelindo silvestre.



"Empezaba a darse cuenta de que la vida es pródiga en hechos que antes de acontecer parecen inverosímiles y luego, cuando sobrevienen, se percata uno de que no tienen nada de inextricables ni de sorprendentes. Son tan naturales como que el sol asome cada mañana, o como la lluvia, o como la noche, o como el viento"

Miguel Delibes
-El camino-

17 mayo, 2012

Cortometraje real: atrapada por un yonqui

El otro día estaba esperando el metro, miré el reloj y quedaban chorrocientos minutos para que viniera el próximo, así que me armé de paciencia y me apoyé como pude en una de las paredes del metro para no caer fulminada al suelo -tenía un cansancio de mil pares de narices porque llevaba todo el día corriendo por la ciudad en tacones-.

En esto que estaba ocupada en bombear sangre del corazón a la cabeza, cuando veo pasar un yonqui con una bicicleta -tengo un yonqui-radar excelente gracias a mi padre, que me enseñó de pequeña a detectarlos aunque por aquel entonces no tuviera ni idea de lo que era un yonqui-. Total, que el tío me mira de arriba a abajo y se para a unos metros de mí. Yo paso de él -no por ser yonqui, sino porque paso de la gente de la calle en general, y de la gente que me mira de arriba a abajo en concreto-, y trato de hacerme la invisible.

De pronto, el hombre se acerca un poco y me hace la clásica pregunta:

-¿Tienes fuego?

Le miro como si acabara de descubrir una nueva forma de vida y le respondo educadamente:

-No, lo siento, no fumo.

-Ah, vale.

El tío entonces se aleja un poco con la bici y yo respiro de nuevo, porque no hay cosa que me desagrade más que un extraño que se acerque para ligar conmigo y encima de una forma tan tópica.

Total, que vuelvo a meterme en mis pensamientos y al minuto o así, el hombre se me vuelve a acercar y me pregunta:

-¿Tienes hora?

Nooooooo por quéeeee... calma, calma, a lo mejor es que simplemente es idiota o todavía le duran algunos efectos de la heroína, no se centra y no sabe que hay tres relojes en el metro. No seas malpensada, no quiere ligar contigo...

-Sí, son las xx:xx

-Ah, vale.

-Lo pone ahí -y le señalo el reloj.

-Ah...

El tío se planta a dos metros de mí y me mira.

Mierda, va a sacar las armas.

Mi mente, que a veces es una cabrona, de pronto me recuerda que esta situación parece un documental. Casi escucho la voz del comentarista de los documentales de naturaleza de la 2: El macho ha visto a una hembra joven que parece disponible, de modo que comienza su ritual de cortejo estandarizado, basado en una serie de sonidos interrogativos que los machos suelen iniciar para establecer un primer contacto...

Se me escapa una sonrisa, claro, porque la situación es del todo ridícula, yo estoy muerta de cansancio, tengo un yonqui plantado delante y para colmo estoy escuchando la voz del comentarista de la 2. El tío se percata de ello -de la sonrisa, no de mis delirios mentales- y, oh, error, parece creer que le doy vía libre. Voy a demandar a RTVE...

-¿Tú sabes el lenguaje de los sordos?

Claro, me suelta esto y me deja fría, aunque por otro lado es una pregunta bastante más original que las dos anteriores.

-No -le digo, sin saber si va a seguir dándome coba o si me va a pedir ayuda económica para su centro de yonquis discapacitados.

-Pues yo sí -me dice lleno de orgullo, y esboza una sonrisa idiota.

-Qué bien -digo para zanjar el tema y miro hacia otro lado.

En esto que aparece el segurata y el encargado del metro, que parece que están al loro de lo que pasa con el yonqui. Yo les miro de reojo pensando que al menos, si el tío se pone pesado, ellos pueden intervenir. Que no digo que yo no sepa usar mis tacones como es debido, para eso los llevo, pero en una situación violenta llevo claramente las de perder.

-¿Cómo te llamas? -me pregunta el yonqui sin cortarse un pelo.

Mierda, mierda, a ver... ¿qué le digo? Si no le respondo o le digo que no le importa, a lo mejor se pone más pesado todavía... a ver, diplomacia, si le digo un nombre quizás me deje tranquila. A ver, nombre de mujer por defecto... dilo con seguridad, como si fuera tuyo...

-María -superconvencida, claro que sí.

-¿Cómo? ¿Luisa? -se está haciendo el sordo y lo sé, para tener la excusa de acercarse más a mí. Está claro que aunque ese tío supiera de verdad el lenguaje de signos, no es sordo, porque los sordos son personas sensibles que agudizan otros sentidos y se dan cuenta de cuando molestan a alguien.

-Sí, Luisa... -digo con sorna, para que el tío recoja velas.

-¿Mari Carmen? -me pregunta, haciéndose el gracioso mientras se acerca.

-Sí, Mari Carmen, por ejemplo -digo en alto con un tono de “me estás poniendo de mala leche”.

El tío se para, porque obviamente nota que yo no estoy por la labor, así que saca su vena poética para encandilarme:

-Tienes una cara que voy a grabarme en el corazón durante 300 noches. Tú te irás, pero el que está aquí pensará en ti durante 300 noches.

Genial, ahora trata de imitar a Sabina... aggghh... Si no estuviera tan cansada a lo mejor me iba a otro sitio donde el pesado no me moleste. Pero estoy destrozada, llevo despierta desde las siete de la mañana, cada paso que doy es un dolor, estoy muerta de calor y como ese tío me busque las cosquillas me voy a poner de una mala leche increíble... que venga ya el metro, por favor...

En serio ¿a algún hombre el decirle cosas así a una mujer le funciona? Porque si lo hace es que, efectivamente, hay mujeres que directamente son gilipollas. Y digo yo, que si todavía hay hombres que lo usan es porque alguna vez les funcionará. O quizá no, simplemente hay hombres que repiten un esquema hasta la saciedad aunque no les funcione. A saber la de mujeres que este tío en concreto lleva a día de hoy “grabadas en el corazón” durante 300 noches, tiene que tener un corazón más multitudinario que el desfile del orgullo gay...

El yonqui sigue con su retahíla a pesar de que estoy mirando hacia otro lado:

-Con esos ojos encandilarías a cualquiera...

Miro al segurata y al encargado suplicante, a la espera de que se acerquen y le digan al yonqui algo así como: disculpe caballero, está molestando a la señorita. ¿En qué mundo vivo? Al mirarlos, me los encuentro mirándome las piernas fijamente. Genial. Estoy atrapada en un triángulo de babosos donde no sé si es peor lo que está pensando el yonqui o uno de ellos. Esto es España, donde los encargados de protegerme son los primeros que me violarían. No me va a ayudar nadie con el tío pesado. O salgo sola de aquí o salgo sola.

-¿Ese quién es? ¿Tu consorte? -me sigue preguntando el yonqui, refiriéndose al de seguridad.

-No -se me ha dibujado una sonrisa sarcástica de la hostia.

-Pues no deja de mirarte... desde que ha llegado no te ha quitado los ojos de encima.

-Ya me he dado cuenta -digo mirando al de seguridad con cabreo. El de seguridad se pone colorado, no sabe donde meterse y finge iniciar una conversación con el encargado.

-Chiquilla... -sigue el tío desesperado por captar mi atención- chiquilla...

Lo que faltaba ya. Chiquilla. Mujeres del mundo, cuando un tío que te asalta por la calle sin conocerte de nada te llama chiquilla, es porque cree que tiene el terreno ganado. Usa “chiquilla” o “niña” para que veas que estás en situación de desventaja, que el que maneja la sartén por el mango es él. Al fin y al cabo, tú solo eres una chiquilla... aunque tengas sesenta años.

-Chiquilla, pero cómo no vas a llamar la atención con ese pelo, esos ojos, ese bolsito, esos zapatos... Aunque claro... -de pronto se le pone una mirada aviesa- estarías mejor sin el bolso... sin los zapatos... sin ropa...

Mientras va diciendo eso, a mí se me va poniendo cara de pocos amigos paulatinamente hasta que siento como estalla la furia. Ya está, lo ha conseguido, he intentado ser diplomática pero no, está visto que con los imbéciles hay que ser borde desde el principio o se pasan tres pueblos. No voy a permitir que un tío cualquiera me desnude con la mirada.

-Mire, déjeme en paz. Estoy harta. Deje de molestarme de una vez.

-¿No me vas a dar tu teléfono?

-Más quisieras. Déjame en paz y vete.

El tío me mira con intensidad, como si no se creyera que lo estoy rechazando -menuda autoestima tiene-, pero finalmente se da por vencido y se aleja.

Al cabo de un par de minutos el metro llega. Espero a que entre él primero y luego busco el punto del vagón más alejado.

Moraleja:

Quizá no sea mala idea amenazar a la primera de cambio con spray de pimienta. A lo mejor es que mi educación está completamente trasnochada y tengo que empezar a escupir y a mandar a la mierda con todas las letras a cualquiera que me pregunte la hora. Joder. No se puede ser una ciudadana educada en este país.


12 mayo, 2012

Hoy es un día especial 12M15M

Hoy es el 12M, el día en que la ciudadanía volverá a tomar las calles después de que despertásemos hace un año. Hoy es el día para gritar BASTA, que el pueblo quiere gobernar para el pueblo. Hoy es un día que viviré con mucha ilusión.

Me duele enormemente que haya personas muy cercanas a mí que me desaniman a salir en la manifestación de hoy porque piensan que "tengo muchos pájaros en la cabeza" y que no se consigue nada así. Me duele que no vayan a salir conmigo a la calle, que no tenga su apoyo para esto y en cambio sí lo tenga para que me arrodille ante los mafiosos burgueses, que no sientan la misma repulsa que yo siento hacia este sistema y este gobierno, que ya estén derrotadas incluso antes de empezar la lucha. Os quiero y espero que el día de mañana sea capaz de pagar vuestra muy merecida pensión gracias a mi trabajo que, toquemos madera, no sea precario. Eso si termino de pagar la carrera, ya que van a subir aún más las tasas y los impuestos no han hecho más que aumentar durante este tiempo. Os quiero, y espero que el día de mañana tengáis dinero para pagaros un seguro sanitario privado cuando vuestra salud empiece a fallar. Espero que los miembros más pequeños de mi familia tengan una educación que sea, como mínimo, de igual calidad que la mía a pesar de que ahora estén masificando las escuelas, despidiendo profesores que son necesarios y cerrando aquellos centros de enseñanza pública que puedan.

Los motivos para salir hoy a las calles son muchos. Nos están quitando uno a uno nuestros derechos, encadenarse a un banco es ahora terrorismo, pero todavía tenemos derecho a manifestarnos y yo pienso hacerlo todo lo que pueda, aunque sea para joderles a unos pocos las compras que quieran realizar ese día porque las calles estén llenas de gente cabreada con ellos.

Hoy también es la víspera de mi cumpleaños. Creo que salir a la calle a protestar es una magnífica forma de celebrarlo. Hace unos años jamás hubiera pensado que mi descontento individual hacia el sistema tendría reflejos en otras personas y a día de hoy, con mis veintiún años a punto de extinguirse para dejar paso a los veintidós, pueda marchar con ancianos, mujeres, niños, profesores, músicos, jóvenes, arquitectas, obreros, psicólogas, adolescentes, médicos, veterinarias, barrenderos, biólogas, camareros, limpiadoras, ingenieros... con gente con la que tengo tanto y nada en común, hacia una protesta conjunta. Es algo realmente hermoso y creo que ver, a mis casi veintidós años, cómo se levanta un país es una oportunidad única.


Desencuentro


Yo sobrevivo
a base de basura
y desencuentro.
-Iván Ferreiro-


Doce espadas me aguardan

entre la ropa,

para hacerme sangrar

a la mínima.


Soy tierra estéril

fértil de ideas

y desencanto.


Chispa dormida en el pecho

a punto de estallar.


Aliento insurrecto

de una nación dormida.

Corazón rojo,

labios rojos,

besos mortuorios,

sexo solitario.


Déjame fumar y seré libre

como a los quince,

cuando elegía la muerte

a sabiendas.


Me desnudo

vulnerable ante el espejo

ante los retos del futuro.


Me quema

me llueve solitaria

como el miedo.

Hoguera eterna.


Vuelvo al bosque

de sábanas heladas

y me pierdo

agarrada a una almohada

que no eres tú.


La noche se alza ante mí

y me sujetan las estrellas.


El alcohol me arde en las arterias,

me abrasa.

Y duermo pacífica,

trabajo soñando

en una vida plena

de rescates azules.


Y tú, y tú

me bajas garganta abajo

como el café,

como la espuma.


10 mayo, 2012

El mito de las dos Españas*

*Se me pidió una entrada acerca de que los jóvenes de ahora no nos sentimos identificados con el tema de las dos Españas, que eso es algo del pasado que nada tiene que ver con nosotros. He aquí la entrada que he hecho sobre ello. Además, así aprovecho y lo entrego en las jornadas marxistas, ya que se nos ha pedido que hagamos un ensayo de tema político.


Nací en 1990 en Asturias, en el seno de la mal llamada democracia. Crecí sin que me faltara de nada, en un ambiente que, sin ser opulento, califico de abundante.

Recuerdo conversaciones que tenía con mis amigos, con mis compañeros de clase, en plena adolescencia. Estábamos descubriendo el mundo y por supuesto, la política formaba parte de él. Sin embargo, ninguno de nosotros tenía otra cosa clara de la política aparte del hecho de que era un rollo. Por aquel entonces no comprendíamos el alcance de lo que esta esfera significaba en nuestra vida cotidiana. Había cosas mucho más interesantes que hacer en esos días: ir al cine, salir de marcha, conseguir el número de móvil de aquella persona que nos gustaba...

A pesar de ello, como nuestras charlas eran muchas, no pudimos evitar que saliera a colación en más de una ocasión el tema de las dos Españas algo que, debido a nuestras paupérrimas clases de Historia en cuestión de información y a que en nuestras casas no se hablaba sobre ello, no sólo nos chocaba, sino que veíamos como algo muy lejano.

Para nosotros las dos Españas era un mero tema político que el patético bipartidismo español se lanzaba a la cara a la mínima de cambio. ¿Dos Españas? ¿Qué era eso? ¿No se había olvidado todo con la Transición? ¿A qué venía? Nosotros éramos hijos de la democracia y remover cosas que no entendíamos nos hacía sentir inseguros, por lo tanto, preferíamos no hablar de ello.

Era una opinión prácticamente unánime el pensar que nosotros habíamos superado esa etapa y que ahora tocaba centrarnos en el Estado de Bienestar, el lugar donde llevábamos viviendo toda nuestra vida.

Por afán de aprender, servidora se empezó a informar sobre el tema en cuestión porque en parte sentía curiosidad y porque en parte tenía familia de una de esas dos Españas que tenía mucho que decir. Yo sólo tenía una vaga idea de que la dictadura había sido horrible, pero no entendía ni cómo ni por qué se había desarrollado todo aquello. Hay una cita por ahí cargada de razón que dice que si no conoces tu Historia, estás condenado a repetirla. Creo que parte de lo que está ocurriendo en nuestro país, a día de hoy, es debido a ello.

Formo parte de una generación que sabe muchas cosas, pero que no entiende nada. Vivimos en la era de la información, somos los españoles más preparados de la Historia... pero vamos a repetir, error por error -si no somos inteligentes, claro- lo que pasó en los años treinta. En mi opinión hay una ruptura clara entre nosotros y aquellas personas que vivieron las dos Españas en su propia piel. Debido a que no es un tema agradable, debido a que hay muchas heridas que siguen sangrando y es doloroso hablar de ello, debido a que aún hay personas que tienen miedo de hablar de todo aquello por la fuerte represión, debido a que nuestros mayores han confiado en que fueran los libros y no ellos quienes nos contaran lo ocurrido, mi generación ha perdido el conocimiento que la tradición oral podría haberle otorgado. Y nos hemos quedado, de alguna forma, huérfanos de Historia -y, por lo tanto, de héroes como modelo a seguir-.

Sin embargo, a pesar de todo, hay quien no olvida y no sólo eso, sino que además ha transmitido su ideología paso por paso a su descendencia. ¿Y quién tendría tanto interés en que la tradición perviva, en que un sistema injusto como es el actual se siga manteniendo? Ésa es la burguesía española.

La derecha, que debe a la ignorancia del pueblo su continuidad, se ha asegurado muy bien de transmitir a sus vástagos las formas de opresión necesarias para pervivir y el sentimiento de odio hacia aquellos que no son sus semejantes.

La izquierda se ha visto abandonada no sólo porque quienes creían en ella han mantenido su silencio, sino porque además, en el símil de democracia actual no hay cabida para un verdadero partido mayoritario de izquierda. Los que se declaraban marxistas ya no lo son tanto y donde dije digo, digo Diego. La población que deseaba una sociedad más justa, donde el pueblo gobernara para el pueblo, se ha visto profundamente decepcionada por algunos partidos que no han sido fieles a la supuesta ideología que defendían. Empero, la derecha se ha mantenido cual garrapata anclada a su ideal.

De este modo, a día de hoy, tenemos una burguesía que sigue siendo tan fuerte como lo era hace ochenta años, con el agravante de que quienes pueden pararle los pies están tan imbuidos en la ignorancia que el propio sistema educativo ha mantenido sobre sus conciencias, que muchos congéneres míos siguen dormidos. Ahora mismo están deseando que la crisis pase, como si fuera una tormenta incontrolable y no hubiera unos claros responsables de la situación de desamparo y pobreza en la que la ciudadanía se va hundiendo poco a poco.

Necesitamos despertar. Necesitamos que el pueblo proclame no sólo las injusticias que el sistema perpetra contra la ciudadanía en la actualidad, sino aquellas que ya padeció en su momento y que tienen un claro riesgo de volver a repetirse.

El supuesto mito de las dos Españas, no sólo no es un mito, sino que es una realidad tangible aquí, ahora. A mí no me gusta definirlo como “de las dos Españas”, porque parecería que simplemente nos dividen dos visiones de la vida éticamente aceptables por igual, como si el rojo y el azul fueran meros colores aleatorios sin ser ninguno mejor o peor, como si ambos tuvieran el mismo sentido de justicia.

La nuestra es una Historia de opresores y oprimidos, de burgueses que se nutren de la sangre del pueblo de forma literal y a cualquier precio. Es una Historia de reyes, de Grandes de España, de caciques y señoritos que parasitan a millones de personas. Es una Historia de matar al que tienes en frente si hace falta con tal de perpetuar el sistema, de aplastar de un golpe -de Estado, militar, cuya consecuencia fue una dictadura criminal- la voluntad de todo un país en defensa de los intereses de unos pocos.

A veces, ser imparcial o indiferente significa ser cómplice aunque sea de forma inconsciente.

Si quieren mi opinión, España sólo hay una y será lo que los trabajadores queramos que sea a base de sacrificio, lucha y esfuerzo... o no será.


07 mayo, 2012

Reflexiones personales, provocadas por la puesta de sol y las jornadas marxistas

Soy anarquista, ese es mi problema. Soy una anarquista que sabe que el anarquismo no funciona ni lo hará en este mundo a escala global. Soy una anarquista que quiere profundamente que la dejen en paz, el Gobierno, las empresas, la sociedad. Soy una anarquista que se apasiona profundamente con la política porque quiere carecer de ella y desde mi posición trato de asirla con las manos y darle vueltas para ver qué puedo hacer con ella, sin resultado.

Soy una anarquista convertida al socialismo, al socialismo marxista. Porque ya que somos siete mil millones de personas en el planeta y no podemos caminar sin tropezarnos las unas con las otras, tendremos que funcionar de alguna manera. Y es que somos una plaga.

Me cabrea pensar que muchos queremos lo mismo, pero somos incapaces de ponernos de acuerdo. Me cabrean los listos, los que quieren pasar por encima del resto aunque tengan que dejar cadáveres tirados a su paso.

Si somos unos salvajes, comportémonos como tal. Anarquismo, y aquí paz y después gloria.
Si no lo somos, comportémonos como seres racionales. Democracia y socialismo.
Y si somos medio salvajes, medio racionales, aprendamos a lidiar con ello.
Pero no vale acogerse a reglas racionales para después comportarse como un salvaje.
Si vamos a jugar, juguemos todos a lo mismo.

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Hay que ver la cantidad de gente con discurso de derechas que ha ido a las jornadas, muchas no pasan de los 25. No me extraña que en Grecia el partido nazi tenga 21 diputados. Vamos hacia atrás. Espero que quede sitio para mí en Argentina.

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A veces a las personas se nos olvida que somos personas. El odio nos ciega y cometemos actos terribles. Ante este hecho podemos optar por responder con la misma moneda o por el contrario, hacer un ejercicio de sabiduría infinita y no convertirnos nosotros en verdugos del verdugo. El equilibrio moral a menudo es frágil y lo que apoyamos, nos desacredita.

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El arte de vivir es saber rodearte de belleza. La belleza es cambiante y efímera. El arte de vivir consiste en conseguir que aquellas cosas que no son hermosas, consigan ser bellas, y que aquellas cosas que son bellas, se mantengan así. Por lo tanto, el arte de vivir es un tira y afloja constante, es decir, un despropósito. Pero como buen despropósito he de decir que es realmente bello.

Mi pasión por las fieras

Decía Anatole France eso de "hasta que no hayas amado un animal, parte de tu alma permanece dormida".

A mí me costó despertar porque en casa de mis padres un animal tiene una consideración parecida a la de cualquier objeto y a pesar de mi curiosidad innata hacia los animales y, en general, hacia todo tipo de forma de vida, siempre se me puso límites a la hora de incorporar cualquier compañero a mi casa. Tanto es así, que la mayor frustración de mi infancia fue no tener jamás un animal longevo como un gato o un perro, ya que a mis padres eso les parecía una carga. Tuve muchos pequeños animalitos, de los que recuerdo todo: sus nombres, sus peculiaridades, lo que me hacían sentir... y lo mucho que me fueron entristeciendo, una a una, cada una de sus muertes. Hasta la de mis peces, que tienen fama de no hacernos llorar cuando se van.

Yo desperté cuando me fui de casa de mis padres, gracias a un gato que a día de hoy sigue conmigo. Creo que llegar a comprender a un animal tan sensible como un gato me ha llevado a mí también a sensibilizarme. No puedo mirar a un gato callejero sin tener el impulso irrefrenable de detenerme a ver cómo está, si puedo hacer algo por él, porque comprendo mucho mejor su sufrimiento. Pero no me ocurre sólo con los gatos, sino también con otros animales -personas incluídas-.

Eso me ha llevado a tener un total de cuatro gatos, un agapornis y ahora también, una coneja enana. Todos ellos, salvo el agapornis, con historias de abandono detrás -sí, incluso la coneja, a la gente le da igual la especie a la hora de dejarlos en la calle-. Como los tengo, en mi familia soy una especie de excéntrica -que ya lo era, sólo que parece que esto lo ha acentuado más si cabe-. A algunos les divierte, a otros les escandaliza y otros opinan que sencillamente se me ha ido la cabeza. La etiqueta típica de loca de los gatos ya la tengo puesta. Mis padres confían en que un día de estos me dé un ataque de "sentido común" y les busque a todos una casa, como debe ser, y yo me dedique a algo más convencional como hacer un máster en el extranjero, conseguir un trabajo bien remunerado y aceptado socialmente, y terminar con un par de críos que crezcan lejos de la influencia de los animales. El horror.

Pero yo no puedo abandonarlos, ni buscarles otra casa. Han crecido juntos y el día que tengan que morir, lo harán en mi casa. Y sí, yo me pondré muy triste porque habremos compartido muchos años y muchas cosas, ¿pero acaso no habrá valido la pena? ¿Qué pensarían de mí ellos si cuando los encontré hubiera pasado de largo, como todo el mundo? ¿O si de repente los dejara en una casa extraña y no volviera nunca más? Para ellos yo marqué la diferencia un día, ellos marcan la diferencia conmigo todos los días. El quid pro quo me parece justo, aunque tenga que llorar su muerte y enterrarlos cuando llegue el momento. Vivir con fieras hace que no pase ni un solo día sin que sonría con sus ocurrencias. Y sí, me dan trabajo, pero dicen que sarna con gusto no pica. No los cambiaría por nada.

Ojalá todas las personas tuvieran la oportunidad de crecer junto a un gato o un perro. Son los mejores maestros, te ayudan a entender todo lo demás. Probablemente las personas nos entenderíamos mucho mejor entre nosotras porque habríamos aprendido de ellos.

Tal vez un día un gato o un perro perdido os llame en la calle y será vuestra oportunidad para deteneros, ayudarle y tal vez incluso darle un hogar que otro le ha negado. Ese día cambiaréis irremediablemente y no volveréis a ver las cosas del mismo modo. Seréis necesariamente más sabios, más despiertos. Las protectoras de animales están llenas de pequeños ángeles con pelo esperando una oportunidad... y deseando de daros la vuestra.

Es un compromiso para toda la vida, años de esfuerzo y dedicación, de entendimiento mutuo. Nadie sabe a ciencia cierta qué significa todo esto hasta que convive con un animal y entonces, sucede.

Mi pasión por las fieras está aquí para quedarse, le pese a quien le pese. Tal vez algún día mi excentricidad se vuelva normalidad porque la sociedad española por fin habrá abierto los ojos, pero para ello tendremos que haber avanzado mucho. A día de hoy todavía mueren en nuestras carreteras miles de animales y tenemos una ley ridícula para castigar los casos de maltrato animal. Sólo hay que ver la fiesta "nacional". Y sin querer detenerme más en esto, porque me toca la fibra sensible, veo bien terminar con otra cita:

La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por el modo en el que se trata a sus animales.
Gandhi.

06 mayo, 2012

Corto-metraje


Cortas.

Cortas.

Me cortas,

me detengo.

Se acortan

tus pasos

por el suelo.

Recortas

mi esperanza

y mis sueños.

Corta,

corta

como la mujer

del peluquero.

Me ato en corto

como el corzo,

como el perro.

Corto,

corto

el presidente.

Fin del film

de la escena

de las letras,

fin del tiempo.

Cortos,

cortos

los cafés

y los minutos

por el frío,

por la sed;

como en tus labios

como en los míos.

Cambio...

y corto.