30 julio, 2011

Súplica al antihéroe

Un disparo.

Una cerveza a mi lado

es lo que me queda.

Distinta a aquella donde se ahogó

¿el amor?

O la ilusión en aquel cuarto de baño

que me recogió

aunque me diera asco.

Como te lo di yo.


Una certeza.

Soy fría y nostálgica,

ardiente hasta la punzada

y tal vez me olvides,

tal vez nunca me recordaste

con tantas ansias como yo a ti.

Me da igual.

Te sangro.


Un suspiro.

Lloro por dentro

aunque por fuera parezca hierática.

Como tú, como tú.

Leo, escribo.

Te pierdes en los horóscopos.

Ya no creo en nada.


Un beso,

un roce con el dorso de la mano.

Para salvar la distancia.

Para salvarme.

Sálvame.

Conviérteme en nada

para aliviar este dolor

de pérdida

de lo que nunca tuve.

Ni tendré.


Injerto

A veces, sólo a veces, me gusta sacar los mapas que tengo guardados en el cajón y buscar aquellas cosas que tuve una vez y que perdí. El mapa, el mapa, me digo entonces, todo debe estar en el mapa. Sin embargo, el mapa está hecho de papel, o quizá de un material mucho menos longevo y con el tiempo los trazos se pierden y ya no puedo volver a encontrar lo que siempre vuelvo a buscar. Quiero un bolígrafo de tinta imborrable. Pero no tengo dinero y los trazos, los trazos se pierden, llevándose irremediablemente trozos de mí.


Y me caerá una tormenta tras estas palabras y yo preguntaré que quién es aquel que no sabe en ellas ver el arte.


Pero las oraciones dulces y envolventes son para otras. Ellas son evocadoras y elegantes. Yo, desde mi rutina bien conocida y desgastada, simplemente es que estoy mal de la cabeza.


28 julio, 2011

Psicología, esa gran desconocida (II). La importancia del Psicoanálisis a día de hoy.

El Psicoanálisis era mi siguiente tema. Controvertido, mucho. Estoy convencida de que aquellos que me toman por una biologicista sin remedio (no lo soy tanto, intento ser razonable) tal vez se queden con la boca abierta.


Quiero hablaros del psicoanálisis no sólo porque, en relación con el post anterior, la hipnosis esté indirectamente relacionada con él (gracias al señor X del metro por alumbrarnos, espero que allá en Argentina le desvelen todos los misterios de la hipnosis y del escáner de personalidad mediante rayos X y que cuando vuelva, si vuelve, nos los cuente), sino porque lo veo atacado a diario muchas veces con más desconocimiento de causa que otra cosa. La última vez que leí algo en contra de él, se trataba de unos vituperios lanzados en cierto blog escrito por una psicóloga que me dobla la edad (y que curiosamente utiliza el apellido “Klein” como un pseudónimo, una tía incoherente como pocas) y que trataba al psicoanálisis igual que lo hacen muchos: como una mera pseudociencia. Como si fuera homeopatia, vaya.


Para comenzar, hablemos del Psicoanálisis puro: El de Freud. Nada de seguidores, aunque algunos tuvieran algún que otro despunte de lucidez.


Freud no era un charlatán barato que se dedicaba a hacerse pajas mentales en su cuarto y a contarlas como si fueran verdad (bueno, sólo a veces). Para empezar Freud era médico, psiquiatra para más señas, tenía amplios conocimientos de neurología y fisiología y su meta siempre fue el revolucionar la psiquiatría con un tratamiento nuevo. Experimentó con casi todo lo que se le puso al alcance, experimentos más o menos discutibles, pero lo que lo obsesionaba era encontrar un método nuevo para ayudar a sus pacientes.


Psicoanálisis son tres cosas: Una técnica para tratar al paciente (cura mediante la palabra), un método de investigación (lo que hizo Freud en la clínica con sus pacientes mediante ensayo y error) y una teoría (que se iba construyendo en cuando el método de investigación iba avanzando, y de ambas se nutría la técnica).


Teniendo eso en cuenta... ¿qué problema tienen las personas con el Psicoanálisis?


***Inciso***


El ser humano solamente es un cuerpo. Todo lo que el ser humano es, tiene un sustrato biológico. Sin un cerebro, el pensamiento no puede darse. ¿Qué es el pensamiento, “la mente”, sino la sinergia de un montón de neuronas interconectadas? ¿Estamos de acuerdo en eso?

El problema que tenemos a día de hoy los psicólogos, psiquiatras y profesionales “de la mente” es que no tenemos ni idea de cómo surge el pensamiento. A pesar de haber encontrado diversas áreas del cerebro que sustentan ciertas funciones mentales: la memoria, la atención, los sentimientos primarios etc., no tenemos ni idea de cómo funciona el pensamiento en sí: no podemos predecir qué ocurrirá en nuestra cabeza a continuación. El cerebro es un órgano vivo que cambia a cada segundo, con cada mínima experiencia que vivimos, ahora mismo vosotros estáis experimentando, sin daros cuenta, una nueva reorganización de vuestro cerebro mientras me leéis: se va amoldando, cambia de forma, destruye sinapsis y crea otras nuevas. Dejad de leer por un segundo. Quedaos quietos. Cerrad los ojos y respirad... y si tenéis la bondad, abridlos de nuevo y seguid leyendo.

Incluso en esa diminuta pausa, ese momento de inactividad, está cambiando vuestro cerebro a toda máquina. Ocurre, repito, cada segundo. Mientras coméis, mientras miráis las musarañas, mientras pensáis, mientras dormís. El cerebro nunca se detiene hasta que acaece la muerte del individuo. Da dolor de cabeza nada más que de pensarlo.


Esto quiere decir que, sin conocer si existe o no un patrón en la destrucción y formación de sinapsis, nunca podremos entender el fenómeno del pensamiento completamente. Para ello habría que ver la vida entera de un cerebro desde que se inicia su vida como ectodermo dentro del útero de la madre hasta que finalmente muere ya formado en un individuo, cosa que no es posible sin matar al individuo y, por ende, sin matar al cerebro. Pregunta y respuesta curiosas: ¿si una persona viviera eternamente, su cerebro nunca dejaría de evolucionar?... o lo que es lo mismo ¿el cerebro siempre, siempre, siempre estaría cambiando y modificándose, sin alcanzar un estado definitivo?; Respuesta: Así es. Mientras dure la vida del cerebro, a la que está ligada la del individuo, el cerebro siempre estará en un continuo trajín, sin detenerse nunca.


Lo que le da la gracia a la vida es eso. Nunca sabremos qué va a pasar a continuación y no hay forma alguna de predecirlo con exactitud al 100%. Ser personas significa no sólo ser un organismo, un cacho´ materia, si se me permite la expresión. Significa que hay algo, una energía que se produce en él que se nos escapa y que nos hace no ser solamente máquinas (el primero que diga “alma”, le meto un tiro). Nos hace ser organismos vivientes y concretamente seres humanos, y siempre tendremos algo de “máquina”(sustrato biológico) y algo de “mágico” (pensamiento ingobernable o vida).


***Fin del inciso***


Teniendo lo que dije anteriormente en cuenta... ¿qué pasa con el Psicoanálisis? ¿Es o no es una ciencia? Y yo respondo... sí y no.


¿Qué cosas se le echan en cara al Psicoanálisis como teoría?


1.Freud veía el sexo en todo.


Cierto es que no todo problema que tenga una persona está causado por traumas sexuales anteriores o recientes. Eso lo reconoció el mismo Freud (aunque le costó). Sin embargo, él quiso transmitir ante todo la importancia del sexo en la vida del ser humano. ¿Recordáis aquello que se daba en Primaria, EGB? “Los seres vivos nacen, se nutren y crecen, se reproducen y mueren”. Mi profesor de Ciencias de la Tierra y el Medioambiente lo resumía así: “Los seres vivos nacen, se reproducen y mueren”. ¿Cuál es el sentido de la vida? Pues parece que estar en el mundo y seguir perpetuando la especie. Lo llevamos en el instinto, en cada uno de nuestros genes. El por qué de que ese sea nuestro sentido en la vida no tenemos ni idea: es así porque somos animales. Los seres humanos tenemos el sexo como mecanismo de reproducción y, teniendo en cuenta el desarrollo de la sociedad, parece que es el sexo y no la reproducción lo realmente importante. Vamos, como decía mi profe de Psicobiología de primero de carrera: Todo lo que hacemos es para follar, aunque no lo sepamos. La lógica es la siguiente (me salto algunos pasos intermedios, pero creo que se puede llegar a la conclusión igualmente):


Yo me peino. ¿Por qué te peinas?. Para estar guapa y ser aceptada en sociedad. ¿Y para qué quieres serlo? Sigue en esta línea, acorrala a tu víctima y llegará a la conclusión de que toda esa aceptación y querer ser atractivo y que los demás te quieran es porque así tienes asegurado que vas a follar.


Yo barro. ¿Por qué barres?. Para mantener mi casa limpia. ¿Y para qué quieres mantener tu casa limpia? Porque me han enseñado que así no desagradaré a la gente y me aceptará. ¿Y para qué quieres que te acepten y no piensen que eres un guarro?


Yo juego al ordenador. ¿Y por qué juegas al ordenador?. Porque así me divierto. ¿Y cuál piensas que es la última función de la diversión? Hacerme sentir bien como individuo. ¿Y qué conseguirás sintiéndote bien como individuo? No tocarle las pelotas a la gente, tener buen humor y, por ende: Una mejor adaptación al ambiente (Con rima y todo).



Yo como. ¿Y por qué comes?. Para estar sano y fuerte. ¿Y para qué quieres estar sano y fuerte? Para adaptarme mejor a mi entorno. ¿Y para qué quieres adaptarte mejor a tu entorno? Para llevar a cabo una serie de tareas biológicas que mis genes me han encomendado: follar hasta morir. (Y si no, pregunten a los del corredor de la muerte qué es lo último que quieren hacer en la vida).


Por lo pronto vemos que Freud le dio al sexo la importancia que tenía en la vida del individuo. Precisamente una incidencia sexual negativa nos abruma tanto porque el tema tiene una importancia vital para nosotros.


2.Freud era un filósofo. ¿Qué es eso de la teoría del Yo, del Ello y del Super-yo? Eso también lo hago yo en mi casa, inventar fantasías.


Freud era un filósofo, pero también era médico y la mayoria de sus teorías tenían bases en la evidencia y no sólo en la mera especulación.


Lo del “yo” está plenamente aceptado por la comunidad científica. “Yo” es identidad. Identidad es el cúmulo de caracteres hereditarios y de circunstancias ambientales que nos rodean; circunstancias ambientales que son interpretadas según el individuo.


Lo del super-yo, son las circunstancias ambientales, las exigencias del medio. Existen, ¿verdad? ¿O tú no tienes una pantalla de móvil -espero que no, porque te vas a quemar la vista leyéndome- o de ordenador delante de tus ojos?


El ello, la parte más controvertida, relacionada con el subconsciente... ¿alguien duda de que existe un subconsciente? Si el subconsciente son todas aquellas actividades cerebrales que subyacen a la consciencia -estado de alerta- (como los sueños), o aquellas de las que no nos damos cuenta que ocurren en nuestro cerebro (la mayoría), efectivamente existe un subconsciente. No es un cuento. Se corresponde con una realidad.


3.Fase oral, fase fálica, fase anal... bla bla bla... Eso no tiene ni pies ni cabeza.


Ciencias como la Psicología Evolutiva están nutridas de Psicoanálisis. ¿Alguien niega que las experiencias tempranas tienen una gran importancia en la vida de un ser humano? Eso lo dice el Psicoanálisis.


Yo estaría de acuerdo con la existencia de una fase oral, una fase genital primaria y una fase genital secundaria. La boca y los genitales son dos puntos de nuestro organismo que nos fascinan y los usamos para movernos por nuestro medio y explorarlo. No en vano, cuando tenemos una pareja y queremos expresarle lo mucho que la queremos o lo muy apta reproductivamente que es para nuestros genes sedientos de sexo, empleamos fundamentalmente la boca y los genitales (y las felaciones/cunnilingus que tantos nos gustan, ¿por qué será?). ¿Que no?


4.Lo de Edipo y Electra, eso de querer follarte a tu padre y a tu madre... eso no es cierto y además es una perversión.


No voy a entrar en rollos morales.


Freud en un momento pensó que las envidias que veía en los niños hacia sus padres tenían algo que ver con lo sexual. ¿Cuántas veces el amor y la sexualidad se confunden? Con esto no quiero decir que los niños quieran follarse a sus madres y las niñas a sus padres, simplemente quieren contacto físico con una persona a la que han nacido para querer. Me imagino que si los niños que conoció Freud eran como cierto primo mío, que siendo muy peque le decía a su madre que “quería hacer el amor con ella”, entiendo que llegara a esa conclusión. Y no miréis raro a mi primo, que por lo visto es más usual de lo que parece.


5.Freud era un machista y aportaba teorías que no tenían por qué ser universales como si lo fueran.


Freud era un tío de su tiempo. Que para ser tan brillante debería de haber sido menos machista, pues mira, pues sí. Debería. Pero recordemos que no ser sexista era una rara excepción y te arriesgabas a ser tildado por tus colegas de homosexual (homosexual, otro grupo que Freud también patalea bastante). Freud simplemente repetía lo que le habían enseñado sus padres y lo llevó a una teoría bastante desacertada. (Ah, y eso de no ser tildado tiene que ver con la aceptación que deseamos como seres humanos. Sexo sexo uh uh).


No todas sus teorías son universales (Edipo), pero algunas sí. Existencia del inconsciente, sueños como revelación de pulsiones, importancia de las experiencias personales en la primera infancia... etc.


6.Los sueños … ¿deseos del subconsciente?


Sí. ¿Cuántas veces no hemos soñado con algo que deseamos? O con algo que nos da miedo, o con algo que ni siquiera imaginábamos que podíamos tener en mente. Cosas que están ocultas en el pensamiento y de las que a veces somos conscientes y otras no. Espeluznante, ¿verdad? A día de hoy sabemos que funciona, pero no cómo.


7.¿Pulsiones? ¿Instintos?


Todos los instintos son pulsiones, pero no todas las pulsiones son instintos. Comer y luchar por el territorio son instintos. La gula y la lujuria son pulsiones, pero no instintos. Las pulsiones son aquellos motivos que nos incitan a actuar o a permanecer en pasividad. Están relacionados con lo que heredamos genéticamente, pero también de lo que aprendemos en sociedad. ¿Tan descabellado parece?


Habrá más cosas que tirar abajo de sus teorías, pero creo que he mencionado las más importantes. Si a alguien se le ocurre alguna otra, podemos discutirlo.


¿Y qué pasa con “curar a través de la palabra”?


Lo que antes se conocía como Psicoanálisis... ahora es Psicoterapia. Psicología cognitiva, ciencia pura y dura (aunque luego haya otras vertientes, es la que más fuerza tiene ahora mismo). La Psicología Cognitiva viene a decir a grandes rasgos en su correspondiente Psicoterapia, que si un pensamiento (cognición) no te satisface, debes sustituirlo por otro que te convenga más. ¿No es eso lo que hacía el Psicoanálisis? Analizaba al individuo para que él mismo se diera cuenta de qué es lo que fallaba en su modo de pensar y actuar y el por qué había llegado a ser de ese modo. El pasado nos condiciona y forma parte de nosotros. El Psicoanálisis le daba mucha importancia, no conviene olvidarlo.


El Psicoanálisis ha alimentado a muchas ciencias, ha conseguido mejorar la calidad de vida del ser humano y a día de hoy es válido para algunas personas en su forma más pura. Válido para esa parte que se “separa del cuerpo” y tiene que ver con la personalidad, con la identidad, con el yo.


La Psicología dinámica, hija directa del Psicoanálisis, ha conseguido uno de los tests más fiables en cuanto al análisis de la personalidad: el test de Rorschach. ¿Cómo una pseudociencia puede conseguir un método válido? Si lo ha hecho, tan mágico no será, ¿verdad? Los tests proyectivos, como otros que no lo son, pueden ser más o menos fiables, pero está claro que si el Psicoanálisis estuviera completamente equivocado no hubiera “parido” un método fiable.


Lo que ocurre es que el Psicoanálisis incide en el pensamiento, en esa parte de nosotros que nunca podrá ser analizada de un modo completamente científico. Podemos inferir y el Psicoanálisis infiere. Ha cambiado de nombre en la actualidad, ya no se llama Psicoanálisis, pero en su día forjó las bases para algunas de nuestras nuevas ciencias, bases que no estaban del todo equivocadas pese a los intentos casi sangrantes de desprestigiarlo. Darwin en un principio no sabía nada de genética, y sin apoyarse en ello, consiguió sacar adelante la Teoría de la Evolución. Así mismo, probablemente no sabemos a día de hoy cómo funciona el inconsciente, tal vez nunca sepamos cómo trabajan nuestros pensamientos, pero esperamos que a través de inferencias y de unos conocimientos que deseamos algún día alcanzar, seamos capaces de, si no comprenderlo completamente, saber cada vez más.


El Psicoanálisis como teoría, dijo cosas que eran ciertas. Como técnica, sirvió para crear nuestra Psicoterapia actual, la cual consideramos científica. El método de investigación sigue usándose a día de hoy.


No lo categoricéis como “pseudociencia” y os quedéis tan tranquilos. Psicoanálisis es muchas cosas. Y algunas de ellas funcionan y está demostrado que son así. Decir que el psicoanálisis es una pseudociencia es como decir que el evolucinismo darwiniano (que no el neodarwinismo) lo es, sólo porque el evolucionismo darwiniano no incluyera los posteriores descubrimientos de genética.


Démosle al Psicoanálisis el respeto que se merece, así como a Freud. Nos os creáis lo que dicen en las películas. Dejad de lado las imágenes de viejos locos que se os vienen a la mente al hablar de un psicoanalista. Iros a las fuentes. Freud tuvo intuiciones acertadas y el Psicoanálisis forma parte de nuestra ciencia actual, sólo que con otros nombres.


Y estoy a la espera de vuestros comentarios. Tranquilos, prometo que no os voy a psicoanalizar.


PD.: En cuanto a la hipnosis, me comenta un colega que a día de hoy no está todo dicho. Me lo creo ¡hay tanto por investigar!. La hipnosis sirve como técnica para conocer al “yo”. No cura ninguna enfermedad el ser sometido a hipnosis, pero ayuda a mejorar el bienestar del individuo al comprenderse mejor a través de ella (aunque no debe ser utilizada de normal y de continuo, sólo sería útil en algunos casos que sepamos a día de hoy y siempre con fines terapéuticos en el tratamiento de algunas fobias y neurosis) . No en vano, estar sano ya no es sólo ausencia de enfermedad, sino que como dice la OMS en su definición, la salud a día de hoy se entiende como : estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente ausencia de infecciones o enfermedades ligeras, fuertes o graves . Y es en ese estado ideal biopsicosocial donde la Psicología y todas sus ramas tienen mucho que decir.

25 julio, 2011

Psicología, esa gran desconocida (I). ¿Magia o ciencia?


El otro día mientras bajaba a Sevilla en Metro, tuve la oportunidad de escuchar a un amigo mío hablando con otro que acababa de encontrarse en el tren. Este chico se sienta y comenta que quiere estudiar Psicología, por lo que mi amigo le informa que yo estudio esa carrera. Total, que de pronto este chaval, al que llamaremos X, me suelta que a él lo que le interesa es la hipnosis. Yo me quedo con cara de póquer unos segundos y le comento que en la carrera no se da nada de hipnosis (faltaría más), que lo que sí damos a mansalva son toneladas de estadística e informática, así como biología y fisiología a saco. Medio en broma, mi amigo le dice a X que se vaya a Argentina, que probablemente allí habrá rollos de hipnosis (mientras yo pienso: perfecto, vete a Argentina con tus ideas new age mientras la comunidad científica te da la espalda). Luego, X comenta que lo que él quiere es analizar a las personas, saber qué piensan según su forma de hablar, conocerlas con tan sólo mirarlas.


No es el primer caso que me encuentro de este palo. Quiero decir, que estoy acostumbrada a que las personas asocien Psicología con Psicoanálisis directamente o que, con toda la ignorancia del mundo asocien Psicología con una especie de ciencia mágica, que de pronto te permite mirar a una persona a la cara y saber de ella hasta la marca de su pasta de dientes.


Del Psicoanálisis hablaré en el próximo post. En este me dedicaré a desentrañar a esa gran desconocida, la Psicología.


Hollywood y lo que no es Hollywood, el cine en general, ha hecho bastante daño a la imagen de la Psicología. No es raro que a un personaje le digan que vaya a consultar a un “especialista” y en la toma siguiente, el personaje está tumbado en un diván delante de un anciano con gafas que le dice que le comente lo que él quiera, o delante de un psicólogo muy pomposo, que con solo mirarlo ya sabe el nombre del perro del personaje, que calza un 43 y que su comida favorita es el helado de menta.


Vamos a ver. De siempre ha habido una cosa llamada “intuición”. Intuición es el arte de, partiendo de unos hechos, ser capaz de realizar una interpretación acertada acerca de esos hechos y por lo tanto elaborar una hipótesis. Por ejemplo, si una persona te viene con la cabeza baja y la mirada triste, en seguida sabes que le ocurre algo. Si es una persona cercana que lo último que te comentó era que iba a hablar con sus padres de algo, probablemente al verla asociarás su estado de ánimo a que ha tenido una discusión con sus padres. No es magia lo que te hace saberlo, simplemente tienes delante una realidad y o la interpretas bien o no la interpretas bien. El hecho de que una persona interprete bien ciertos signos depende en parte de una base genética: tener una mente con predisposición analítica, pero también sintética, empatía, capacidad para darse cuenta de las relaciones causa-efecto, así como de correlaciones y hacer esto con rapidez. Por supuesto, todas las personas aprendemos qué significan ciertos signos en cualquier ser humano, tanto a través de la experiencia como a través de libros: por ejemplo, que una persona cuando frunce el entrecejo está enfadada o le preocupa algo. Sin embargo, una persona intuitiva siempre sabrá interpretar mejor una situación y con mayor rapidez que otra que no lo sea, por muchos libros que esta última lea. Es como ser un genio en matemáticas: cualquier persona (que no tenga una lesión o el deterioro encefálico pertinente que le impida hacerlo) puede coger los libros y aprender a sumar, pero no todas somos capaces de hacer sumas de dos números de cuatro cifras en menos de tres segundos.


Volvamos al ejemplo de fruncir el entrecejo. Generalmente significa que una persona está enfadada, pero no siempre. Puede estar haciéndose la enfadada y estar de broma. O puede, simplemente, que le esté dando el sol en los ojos. Dependiendo del caso, un mismo gesto puede tener unos significados u otros (cosa que también ocurre con las palabras, recordemos de la frase “Pásame la pasta”, que dependiendo de la situación significa dinero, pasta de dientes o pasta alimenticia). Ahí ya influye el contexto y la personalidad de quien realiza el acto de comunicación, ya que no es lo mismo que nos frunza el entrecejo nuestro amigo bromista de toda la vida que utiliza esa tontería para hacerse el indignado, que otra persona que sea hipersensible y que se moleste por la más mínima cosa. Ahí entra la persona intuitiva.


Escena típica: Una persona comenta muy seria algo, como dándole importancia, pero resulta que se trata de un comentario irónico. Muchas personas (muchas) son impermeables a la ironía y son incapaces de comprenderla a menos que se la expliques, y así, de primeras, no la pillan. Una persona intuitiva, aunque no conozca la personalidad de quien ha hecho un comentario, se dará cuenta de que no está hablando en serio, pero aún lo hará con mayor facilidad si sabe además que esa persona suele utilizar el sarcasmo. Sin embargo, hay otros que, aun conociendo de puta madre al comentarista, siguen sin pillar las ironías por mucho que éste las haga. ¿Qué diferencia a unas de otras? La intuición.


Hay personas intuitivas que quieren dedicar ese y otros dones al servicio de los demás y por eso se meten en Psicología. Desean canalizar de forma científica sus acertadas intuiciones, es decir, hipótesis, para que tras el paso del filtro científico, se conozca si su hipótesis era cierta o no.


Sin embargo, hay un puñado de flipados (no tienen otro nombre, lo siento) que tras tragarse mucho libro y mucha película, se creen que con estudiar Psicología podrán calar a una persona al vuelo. Curiosa y generalmente, las personas que están ávidas de “analizar” a los demás de esa forma son personas inseguras y poco intuitivas. Flipados del mundo: Las facultades de Psicología no son la escuela Hogwarts de magia, no vais a salir de allí con escáner de rayos X en los ojos para analizar la personalidad de los demás. Si eso es lo que queréis hacer, metéos a tarotistas, pero no a psicólogos. Al menos así no estorbaréis a los que sí queremos tener algo que ver con la ciencia.


Un psicólogo se vale del método científico. Por muy acertada que sea su hipótesis acerca de una persona, no puede lanzarla al vuelo sin más (especialmente cuando el paciente se está jugando ser diagnosticado de esquizofrenia, depresión o cualquier transtorno mental), necesita de unos tests psicológicos con una validez y fiabilidad suficientes que corroboren esa primera impresión. Si no, el psicólogo está haciendo tarotismo barato.


Si un psicólogo te dice que eres una persona introvertida y que eso es lo que te causa problemas en el área “Y” de tu vida, sin que haya un test de personalidad mediante, su opinión tiene casi la misma validez que la de un tarotista (salvo que el psicólogo reúna las condiciones de ser una persona experimentada en el diagnóstico y además intuitiva). Quizá el psicólogo pueda tomarse la confianza suficiente con su amigo en el bar para decirle que cree que le está pasando algo, pero eso en ningún caso puede llamarse diagnóstico. ¿Se ve por donde voy?


La evaluación psicológica está a caballo entre la ciencia y el arte. Se necesitan psicólogos intuitivos y bien formados para hacer diagnósticos correctos (nada de pseudopsicología barata, eso cualquiera con intuición sabe hacerla... y a veces con fatales consecuencias). En la facultad adquieres una formación, pero la intuición es innata y si no la tienes, no te la van a poder enseñar de los libros. Además, la intuición es eso, intuición y no siempre tiene por qué acertar. Una pena que no todo el mundo compruebe su nivel de aciertos y errores.


Ah, y por favor, dejad de decir esas gilipolleces de: Uh, ¿así que estudias psicología eh? ¡No me vayas a psicoanalizar! … Porque la respuesta es: No, claro que no, no me hace falta, descuida: tú mismo acabas de delatarte como imbécil.

24 julio, 2011

Retiro espiritual

Sí, pudiera ser. Pudiera ser que hubiera recuperado parte de la inspiración, no tengo ni idea. Me he exiliado entre Huelva y Portugal más de una semana y no me he enterado de casi nada de lo que ha pasado durante estos días. Sólo un vistazo rápido y leo la desgracia de Noruega hace uno o dos días. También algo de las marchas de miles de personas a Sol. Algunas críticas a Bene16, que viene a España en agosto para formar su campamento de niñatos católicos en pleno Madrid. Y pienso que tengo que recoger de nuevo el peso del mundo que solté y volver a devorar palabras de prensa, artículos y más artículos, entradas de blogs... y volver a estudiar, a devorar manuales y manuales y volverme una experta en este verano de un montón de cosas que apenas me interesan... y volver a escribir, a escribir de una manera decente... y hacer deporte, porque por fin he sentido la punzada del sedentarismo, he sentido a mi yo salvaje, ese yo que me incita a nadar y a buscar la abrasión del viento y del sol, y dejar de pasarme el cepillo por el pelo (creo que para mi subconsciente, el peine es un objeto esclavizador que el sistema utiliza para introducirme en su engranaje infernal... o una prolongación del pene de alguien o del pene en general, a lo mejor me estoy volviendo lesbiana, nunca se sabe con seguridad en estos casos...).

El caso es que vuelvo a lo que yo considero mi agujero-hogar, con mis gatos y con mi vida y me alegro por sentirme distinta, por sentirme más yo, más tostada por el sol pero menos quemada por la rutina. Y me gusta y siento no ponerme al día con toda esa montaña de obligaciones que veo ante mí, esperando a que les dé la patada.

Pero es que hoy no. Hoy es día de cine en casa y cerveza.

13 julio, 2011

La música...

Últimamente me pasa algo curioso con la música. Siento que tengo sed de la música que escuchaba antaño, esa que ha quedado atrapada, en parte, en el ordenador de mis padres o que se borró de mi disco duro antiguo hace tiempo.

Ahora que quiero volver a recuperarla, siento un gran vacío en la mente. Como si no recordara qué canciones eran o por qué eran importantes para mí. Las mismas canciones que escuchaba por los auriculares a todas horas, con las que me dormía por las noches tras escucharlas una y otra y otra vez...

Simplemente se han ido. Y ahora que quiero recuperarlas no sé por dónde empezar. No acuden a mi memoria grupos de música, ni títulos de canciones ni nada de nada. Un vacío total.

Y últimamente, que me siento más perdida, no sé si porque comienza una nueva etapa en mi vida o simplemente porque llevo unos días dispersa, agradecería tener a esas canciones conmigo como si fueran viejas amigas de toda la vida. Como si cada vez que escuchara alguna, pudiera recuperar una parte de mí.

Pero ahora no están. Me siento como un gato que ha perdido sus referencias de marcaje. No podría encontrar un ejemplo más claro.

Y lo peor de todo es que creo que si volvieran conmigo, no sabría por qué llegué a elegirlas un día.

Por qué veía en ellas algo de mí.

09 julio, 2011

Vecinos invasores

Pero no, no me refiero a la película.

¿Por qué no puedo encontrar en Sevilla un puñetero lugar donde la gente tenga un mínimo respeto por las personas que viven al lado (o debajo, o encima, o en su misma casa)?

Es prácticamente imposible. Tienen que poner su flamenqueo barato a toda hostia, porque si no no se siente la pasión flamenca... Todos los puñeteros sábados igual. Y en días aleatorios también.

Y cuando la "música" no está puesta, están pegando gritos. Tampoco saben bajar las escaleras como personas normales, no, cuando alguien baja nos tenemos que enterar todo el edificio porque parecen elefantes patinando en una cacharerría.

Para más inri, la mayoría de ellos tienen varios hijos, porque claro, al ser semicanis no les llegó la neurona para ponerse el condón, y como no tienen ni puta idea de criar niños, ahí los tienes siempre llorando y gritando como descosidos. Las personas que no están capacitadas para ser padres no deberían serlo.

Y es que el que me invadan el aire de mi casa con música horrible me pone de los nervios... Así que, aunque sólo sea por joder, que parece que es la única filosofía que entienden, les voy a poner un regalito a todo volumen... Y es que yo si me pongo, también puedo ser maleducada de la hostia...



08 julio, 2011

Fuck yeah

Por fin ha llegado el verano para mí.

Días de estar entre gatos, caminando semidesnuda por casa, acostándome a las 3 bebiendo vino o cerveza o Sunny con vodka desde mi sofá y viendo pelis de terror, que es mi vicio secreto, además de tener la esperanza de coger por fin un libro que no tenga en la portada las palabras "manual", "conducta", "psicofisiología", "funcionalidad", "metodología", "¿cómo saber si usted está loco? En 3 cómodos pasos".

Ganas de volver a cabrearme a la más mínima y volver a escribir burradas en este blog, o en cualquier otro y seguir perdiendo lectores porque no tengo remedio.

Tengo que darle más carisma a este blog, está bastante apagado últimamente, con esos pseudopoemas depresivos que a nadie gustan, a mí la primera.

Buenas noches y buena suerte.

06 julio, 2011

Serie Lost (Perdidos) Opinión personal sobre los personajes


El otro día estuve recordando la serie Perdidos y bueno, teniendo en cuenta que mis entradas más exitosas son las de los Pingüinos (Why, God, why?) y la crítica que le hice a Furia de titanes, pues me vais a permitir que me gane unos lectores extra si Google lo ve bien.

Lost tiene una particularidad y es que las temporadas impares (1,3 y 5) suelen estar mucho mejor que las pares (2,4 y 6). De hecho su bodrio de final quizá no lo hubiera sido si hubieran hecho una temporada más (7) o la hubieran dejado en la 5, que creo que hubiera sido lo mejor aunque fuera una jugada tela de cabrona (para aquellos que no recordáis el final de la quinta temporada, ahí va un memorandum: "Estalla, hija de puta" golpe, golpe, explosión).

Iba a comentar toda la serie, pero me di cuenta de que iba a ser un procedimiento largo y tedioso, y es que la lían tanto que realmente un post no da de sí para poner la serie a parir donde procede.

Así que me voy a liar a guantazos con los personajes, que es más ameno y así puedo descargar parte de mi tensión (hay SPOILERS, por supuesto):



Jack. Jack es el personaje prototípicamente plano y soso que suele gustar a la audiencia porque "es el bueno" (lo cual dice muy poco de la audiencia). Es "mono", es médico y tiene una insana obsesión por "hacer lo correcto" que le hace forzar las situaciones hasta el extremo. Se suele decir de él que es un personaje "razonable y guiado por la lógica", pero yo no le veo tal. Quizá tenga de vez en cuando razonamientos acertados, yo no digo que no, pero como es un maldito mandón, sus decisiones acertadas quedan siempre ensombrecidas. Y es que, por muy médico que se sea, uno no puede decir que las cosas se hacen "por mis cojones". Es insoportable casi hasta el final de la serie, donde parece que al fin recapacita un poco y deja de ser tan capullo (el pobre es de procesamiento lento, angelico, como la mayoría de los espectadores). Lo que peor me sentó es que cuando Jack "muere" es cuando termina la serie. ¿Por qué? A mí nunca me interesó Jack, las escenas de su vida me aburrían de sobremanera. La serie se supone que giraba en torno a La Isla, no en torno a Jack.

Inciso: Eso de que los guionistas y directores etc. de la serie excusaran el capítulo final diciendo que "la audiencia lo que quería era aclarar qué pasaba con los personajes, si eran felices y comían perdices, si encontraban o no una solución a sus conflictos" me suena a "hicimos lo que parecía más fácil". A mí me daba igual si los personajes resolvían sus conflictos amorosos de niños de patio de colegio. Yo lo que quería era que me resolvieran los misterios de La Isla, que era lo interesante. Si luego quieren resolver los conflictos de sus personajes, de acuerdo, pero era absolutamente secundario. Nada, que la ambición les pudo y como querían tener contentos a los descerebrados de sus seguidores con escenas melodramáticas empalagosas metieron la pata hasta el fondo.

John Locke. Maldita sea. Locke molaba. Siempre moló. De no ser por él, Jack siempre se saldría con la suya y se le hubiera puesto el ego a niveles estratosféricos. Un tío como Locke, que siendo minusválido se levanta de pronto, que tiene una conexión especial con la isla, que sabe cazar, sabe desenvolverse por sí mismo, es el sentido común en persona y el verdadero líder natural... van y lo ponen en un lugar más secundario, porque claro, Jack es el que importa. Pues miren, no. Cuando las cosas se ponen verdaderamente putas, ¿a quién acuden los personajes? Jack tiene demasiados complejos, está siempre demasiado ocupado poniendo cara de "yo sé qué es lo que hay que hacer" para saberlo de verdad. Locke sí lo sabe, sólo que a él no le hace falta poner ninguna cara. Y claro, para que Locke no siga estorbando, lo matan. Eso me hundió. Una historia de amor que tuviera a Locke como prota si me hubiera llenado más, no como el triángulo amoroso churro que nos hicieron tragar. Lo que me lleva a...

Sawyer, que hace de tipo malo y chico duro del instituto. Uuuh... qué miedo... ¿dará el mismo miedo cuando me ate a la cama con pañuelos de seda? Cough cough, perdón, que se me va el hilo. A ver, Sawyer al principio es un capullo con mayúscula. Te entran ganas de atarlo... o de dejarte atar. Además no sabes por dónde va a salir, se le va mucho la olla, es violento y siempre está mirándose el ombligo y pasando de los demás. Es un personaje bastante anticarismático, que por muy bueno que esté no se salva porque a veces los tipos cargados de testosterona dan miedo. Pero por supuesto, evoluciona y con ello, tus ganas de... Tiene un pasado trágico y oscuro (tenían que justificar su egoísmo galopante), y tras su máscara hay un tipo sensible y culto y jooo... no sabes de qué tienes más ganas, de abrazarlo como a un niño pequeño en una casita londinense junto al fuego mientras la lluvia cae afuera o de dejar que te empotre contra la pared en cualquier lugar.

Kate, que podría haber llegado a ser una voz importante en la serie, se conforma con un papel de mierda de "chica guapa que de vez en cuando echa un cable" de lo más triste. Su pasado de ex-convicta y tener un temperamento más o menos peleón deberían de haber bastado para cerrarle la bocaza a Jack. Pero no, como es la chica más apañá de la serie, tiene que enamorarse de él. ¿Qué mujer que no vaya tras el dinero o tras un status social puede enamorarse de Jack? Pero si tiene escrito en la cara que folla bastante mal, es mandón, histérico y yo no sé a ella, pero a mí me excita tanto como las babas de un caracol. Cuando vemos que Sawyer también le presta atención piensas: genial, Sawyer se va a quedar con la chica. Pero no, Kate tiene que ser tonta y acabar con Jack porque así lo exige el guión. Cuando lo ves pones cara de ¿pero qué me estás contando? y sobretodo: si eres así de imbécil, Kate, y te quedas con Jack... ¿podrías mandarme a Sawyer? ¿Pero qué clase de mujer se queda con Jack teniendo a Sawyer? Es más, si Jack fuera el último hombre de la Tierra, ¿qué mujer no se haría lesbiana? El problema está en que Kate tiene que cumplir clichés sociales, a saber: las chicas tonteamos con "los malos", pero nos casamos con "los buenos". Kate es la esperanza de los tipos aburridos llenos de inseguridades que conforman la gran parte de la audiencia ya que: "aunque el otro tío me dé mil vueltas, al final yo sé que ELLA se va a venir conmigo". Que sepáis tipos aburridos y llenos de inseguridades que si en la vida real ELLA se va con vosotros, ELLA no mola tanto y probablemente también folla mal, es mandona y está tan llena de inseguridades como vosotros (por eso se queda con vosotros, porque le da miedo entre otras cosas no cumplir con las expectativas del tío que sí mola).

Hurley/Hugo. Aunque aparece en un principio de forma esporádica y piensas que simplemente lo tienen ahí para que cumpla el papel de "chico gordito y bueno de la serie", la verdad es que al final se desmarca de ese papel desabrido. Hugo es bueno de verdad, no tiene pretensiones, destila corazón de oro por cada uno de sus poros y nada tiene que ver su apariencia física. Además, cuando tiene que plantarse, se planta. No es el típico bueno-y-tonto que tanto coraje me da. A la chita callando se va haciendo hueco entre los personajes, siempre dando un buen consejo, casi siempre siendo coherente consigo mismo, algo que es de agradecer. No se lo tiene nada creído y eso gusta: es un tío natural, sin complejos y con las cosas claras.

Jin y Sun. Está claro que de esta parejita, el héroe es él. Jin te da tres patadas en el estómago cuando lo conoces. Esa mente coreana tan cerrada lo relegan a "tío que no quiere nada con nadie y encima trata mal a su esposa". Sun tampoco es que caiga bien, porque le aguanta las tonterías y tiene una pinta bastante pusilánime y sumisa. Menos mal que cambia la cosa. Al pobre Jin lo que le ocurre es que su suegro le ha jodido la vida y Sun no deja de ser la chica rica que se casa con chico pobre. Jin se desvive siempre por estar a la altura y Sun no es muy coherente con su marido. Al final normal que haya rencillas entre ellos, pero resuelven las cosas bastante bien. Es el prototipo de pareja con problemas serios que los resuelven con éxito y siguen adelante. Un aliciente para las parejas que no se entienden de la audiencia.

Michael y Walt. Sobráis. Sobráis del todo en la serie. Lo único que hace Michael es cagarla, ser un histriónico egocéntrico donde el mayor problema del mundo siempre lo tiene él. Apuesto a que le hubiera encantado ser el líder, pero no tiene carisma suficiente. Normal que su hijo en un principio esté distante con él, corcho, si es un verdadero imbécil lleno de traumas porque su mujer le dejó. Supéralo, tío. Walt la verdad es que está ahí simplemente para poner las cosas tensas entre los personajes. Es la excusa para que Michael pierda los nervios y se ponga a hacer imbecilidades. Menos mal que los eliminaron relativamente rápido. Caían realmente mal.

Charlie. Él molaba. Era el chico simpático y además músico que anima el cotarro y siempre tiene alguna chorrada por ahí para hacerte sonreír. Su inmadurez le había hecho caer en malos rollos de drogas y malas compañías y Locke tiene mucho que ver en que se le siente un poco la cabeza. Por otro lado, que se enamore de Claire dice muchas cosas buenas de él. Joder, qué coraje me dio que muriera. Debería haberse quedado con Claire y que hubieran vivido juntos y felices. Matarlo es una verdadera cabronada. Pero claro, como era bajista...

Claire, en el papel de princesa rubia en apuros. No puede estar la pobre más jodida: su avión se estrella, está a punto de dar a luz y encima no tiene un padre para el bebé. No entiendo por qué le da tantas calabazas a Charlie, con lo bien que él se porta con ella en todo momento. Siempre haciéndose la estrecha, se le hubieran quitado las tonterías con un buen polvo. Claire, hija, no me seas tan delicada y deja que el bajista te empotre, coño, que eso viene bien para la piel. Molas mucho más cuando estás sudada y hecha un asco, te da una pinta de salvaje genial. Si Kate hubiera estado acertada, te hubiera dado un par de hostias para que te dieras cuenta de lo que tenías. Pero Kate estaba demasiado ocupada decidiendo entre el médico con pelas y el bombón que te adora y que hubiera matado por ti. Si es que de donde no hay, no se puede sacar.

Sayid. Ahora soy un torturador, ahora eso me da asco, ahora estoy nostálgico porque añoro a mi enamorada, ahora me lío a patadas contigo... Qué tío, no sé aclara con el tipo de personaje que quiere ser. Es un personaje muy realista al tocar un tema de actualidad como el terrorismo y la guerra. Hubiera estado bien que le dieran más protagonismo, no que termina la serie y no sabes qué pensar de él. ¿Molaba o no molaba? La cosa es que al final me resulta de lo más indiferente, cosa que es una pena, porque tenía papeletas para haber marcado la diferencia...


Shannon y Boone, que se ve que los metieron de relleno porque los dos personajes son realmente idiotas y odiados y sirven de catarsis para la audiencia, que pide su sangre casi desde el principio (sobretodo la de ella)... Una pena que Boone muriera cuando estaba saliendo de su pozo de mierda. Por otro lado ¿por qué lían a Shannon con Sayid? No tiene ni pies ni cabeza. Menos mal que los mataron, porque se ve que no sabían muy bien qué hacer con ellos.


Benjamin Linus. Oh, mi querido Ben. Eres un tío que mola mil. Dando siempre vueltas, haciendo magníficos discursos, desencajando a tus rivales, nunca dejando claro de qué parte estás... Eres un jodido cerebro y a mí los cerebros me enamoran. Sí, ya sé que tienes pinta de lagarto, pero siento debilidad por los empollones marcadamente inteligentes que ven allí donde los demás no. Eres el único que torea vilmente a Jack, lo cual me encanta, así como a todos los demás. Misterioso, devora-libros, analítico... ñam ñam. No me importa que penséis que soy una enferma. Este tío es carne de psicóloga, normal que lo idolatre. Es de las pocas personas que podrían mentir en un test de personalidad y no se notaría. Oh, mi querido Ben...

Richard Alpert o el freaking Guy-Liner. De verdad... Se pinta tan bien los ojos que desde que vi Lost ya no me atrevo a pintarme yo por miedo a ser comparada con él. Richard mola. Tiene la cabeza en su sitio, es inteligente, misterioso, inmortal y está ahí para echarte un cable. Una pena que no le dieran más protagonismo, amén de una historia mejor. Sí, porque en el caso de Richard es realmente sangrante que su vida haya sido una telenovela colombiana. "Oh, mi amoool, yo te procuraré un médico y te curará. Mamasita, mi amoool, guache..." Etc. Lo que no tiene sentido, porque se supone que es de Canarias, como los plátanos. Pero bueno, es lo que tiene que la serie sea norteamericana, que los de EEUU se piensan que España está en México.

Desmond Hume. Sí, a este tío también me lo tiraría. Su novia es una petarda. Hume está mal de la cabeza, pero también es sensato, es guapo, culto, inteligente y un desgraciado (¿mencioné que también tengo predilección por los desgraciados?)... combinación ganadora. Además tiene ese extraño poder que hace que no le afecte el magnetismo. Y eso de estar en una escotilla en mitad de una isla, haciendo flexiones y dándole a un botón cada 108 minutos... Es un personaje original, además le carga a Jack el muerto de seguir pulsando la tecla... eso no tiene precio. Se merecía al menos volver a casa con la petarda de su novia y ser feliz, no que siempre se está comiendo los marrones de su destino fatal.

Faraday. Es un físico (con lo que me gustan a mí los físicos o científicos locos en general), friki, muy inteligente y aunque no es guapo guapo, es bastante simpático y tiene la cabeza en su sitio. Sí, también me gusta. Tampoco le dan el protagonismo que quisiera, aunque está bien que su vida sea una paranoia total. Una pena, Faraday.

Y bueno, lo dejo aquí, porque a pesar de todo esto se está haciendo muy largo. Me dejo a mucha gente fuera, con la que no suelo simpatizar para nada, como la imbécil-con-cara-de-estar-oliendo-mierda de Ana Lucía, o el sacerdote negro petardo, o Libby -que hace una representación penosa de las psicólogas- y no, no es creíble que se líe con Hugo, o la tía esa que también le gustaba a Jack... sí, la rubia esa tontadelculo... Danielle Rousseau es una excepción, la pobre, a lo Robinson Crusoe sin su hija y muerta de miedo en una isla hostil... Esta tía sí que tiene un par, además está mediogrillada y mola que vaya armada hasta los dientes...

Pero no os entretengo más. Si habéis leído todo esto es que vosotros también tenéis un par... Si es que no sé hacer opiniones cortas... Estoy profundamente tarada...


02 julio, 2011

Fin de curso


Esta mañana me descubrí en la facultad

persiguiendo el hálito de un fantasma azul,

salas y aulas completamente vacías, así como el cielo,

sin miradas proyectivas que fueran a arrancarme la piel.

Di las gracias por ello.


Y proseguí mi camino sin inmutarme en los pasillos grises

resonando mis pies contra el cemento

como mi vida por besarte.

No hay nada ya en este lugar que me importe,

estoy tan yerma como la hierba quemada

a este lado del horizonte

y apenas me apena que haya llegado el verano.

Podría llamar a alguien,

pero sólo dolería.

Sólo dolería

porque todo terminó antes de empezar

y sé que si mañana se hundiera el edificio

con todos los demás ni siquiera

giraría la vista, no daría marcha atrás

parar llorar el pasado perdido.



Con un nudo en la garganta, resbaló una lágrima

por las costuras de mi ropa y al mismo tiempo

que pensaba en que no había nadie para consolarme

encontré en esa desgarradora ausencia todo mi consuelo.


De mis labios se deslizaron algunas gotas de sangre.