29 noviembre, 2008




"Usted es un hombre feliz.
Le compadezco, señor, por ser tan fácilmente feliz.
¡Ya tiene que haber caído bajo un hombre para creerse feliz!
¡Ah!, usted es feliz, señor ¡y qué!
Si usted dijera: Soy virtuoso, comprendería
lo que en esta frase se sobreentiende: sufro menos que otros.
Pero no, usted es feliz.
¿Fácil de contentar, entonces?
Le compadezco, y considero más distinguido mi mal humor
que su felicidad celestial.
Llegaría incluso a preguntarle si los espectáculos
de la vida le bastan.
¡Qué!
¿Nunca sintió ganas de irse, aunque sólo fuera
por cambiar de espectáculo?
Tengo muy serias razones para compadecer
a quien no ama la muerte."
-Baudelaire-

27 noviembre, 2008

Aniquilando el romanticismo



... que no el magnífico movimiento artístico iniciado en el siglo XIX, sino la idea de romanticismo entendida como dice la RAE: cualidad de romántico, definiendo romántico como sentimental y soñador.


Cuando me fui a estudiar a Sevilla, era consciente de que cambiarían muchas cosas en mi vida, aunque nunca pensé que eso modificaría la percepción que tenía de mí misma. Y precisamente, eso es lo que ha hecho.
Pensaba que era una joven romántica, que en ciertas ocasiones valoraba más la belleza que cualquier otra cualidad... Y no.


Cuando me levanto en estas mañanas gélidas de invierno disfrazado de otoño, con el pelo tan frío que parece que estuviera húmedo, sólo se me ocurre vestirme en dos minutos con todas las prendas de manga larga y cuello vuelto que puedan existir en mi armario. Entonces es cuando bajo a la cocina tiritando y me sirvo un
zumo de naranja, para después quedarme anclada en el sillón intentando acurrucarme para obtener algo de calor.
Al cabo de una media hora en la que he estado con la vista clavada en el infinito y el pensamiento en otra parte, es cuando aparece
ese ángel maravilloso en pijama y con el cabello perfectamente arreglado, como si en lugar de dormir se hubiera pasado toda la noche arreglándolo para ese momento, y me hace la misma pregunta de todas las mañanas: Buenos dias. Acha... ¿tengo ojeras?. Ésa es mi compañera de piso.
Y yo le sonrío y le digo que se deje de tonterías, pensando interiormente que cómo una mujer tan bella puede preocuparse por
estupideces como esa.
Entonces es cuando ella se pone a preparar el desayuno mientras yo sigo acurrucada y con los puños cerrados en el sillón y ella comienza a explicarme que duerme mal, que ayer
algún habitante desaprensivo de la residencia puso a las tres de la mañana el disco de "El arrebato",y que no tiene ganas ninguna de ponerse a estudiar ahora, que lo que quiere es dormir, y yo asiento para darle la razón y bajo la mirada. A estas alturas mi ángel matutino ya no necesita corroborar que la escucho obligándome a entablar conversación con ella: sabe que prefiero el silencio.
Es entonces cuando dice esa frase musical,
las palabras más hermosas existentes en todo el mundo que echan por tierra todos los versos escritos de Bécquer, de Rubén Darío, de Shakespeare y cuasi de Baudelaire, más todos los que están por escribir, junto con todas las canciones y novelas creadas:


-¿Te preparo
una tostada calentita?


Y a mí en esos instantes casi se me llenan los ojos de lágrimas y la cara se me transfigura como por arte de magia en una
mueca infantil de ilusión, y aunque por orgullo no quiero aceptarla, antes de que diga nada ya me la está preparando.
Me asalta de pronto la idea de si me estaré volviendo
materialista, si de veras me conmuevo más ante un trozo de pan que ante la representación de una obra de teatro con argumento lacrimógeno. Y entonces me digo a mí misma que no, que la razón por la que amo a esa tostada es porque representan los largos años de cariño maternal, que lo que hecho en falta son esos gestos que me hacían porque sí y que lo que me ocurre es que aquí estoy más sola de lo acostumbrado.


También me vienen a la mente esas noches (sobretodo los lunes) en que llego a casa después de clase exhausta del día. Tras cenar aparto los platos en el fregadero con desgana y pienso en esa máxima agridulce de mis momentos de pereza:
"Ya fregaré mañana", sabiendo que mañana por la mañana hará frío y que no me apetecerá mojarme las manos ni siquiera con agua caliente.
Y es entonces cuando mi ángel, ahora nocturno, me ve con cara de abstracción, hastiación, sueño y cansancio y me dice sonriendo: Acha...
¿cuáles son tus platos, que te los friego?
Y yo intento crear una protesta verbal, llegando a levantarme incluso y a echarla del fregadero para que no lave lo mío porque me da mucho coraje y ella me reprocha: Pero si se te ve muerta.
Quédate tranquila, que bastantes preocupaciones tienes ya, que se te ve con mirarte.
Y de pronto mi afecto hacia ella empieza a adquirir unos peligrosos
matices lésbicos achacándolos al cansancio y a la gratitud de que alguien se preocupe por mí en la casa. Al final me siento con cara de fastidio mientras le digo que esta noche friega ella los míos, pero que mañana yo lavaré los suyos.
Y con esta promesa suelo ir a mi habitación para esperarla a ella para cuando suba y comience a relatarme sus preocupaciones a lo largo del día. Y cuando se marcha a su cuarto a dormir,
mi mente enciende su motor de cuestiones nocturnas entre las que se encuentra el hecho de lo mucho que he llegado a valorar situaciones que antes no valoraba, que cómo han cambiado mis ideas como por ejemplo, de ser para mi romántico el acto de que me regalaran flores a que pase a ser la mayor demostración de amor del mundo que me laven los platos.
Y te planteas que si una idea tan arraigada en mí como la del romanticismo se ha evaporado, lo mucho que todo puede llegar a transformarse.


Aunque quién sabe, a lo mejor no he dejado de ser romántica, sino que por el contrario ahora lo soy más al observar romanticismo donde antes no lo había.
Depende de por dónde se mire...


Y sí, hoy no me apetecía escribir relatos, ni poemas, ni reflexiones ni nada por el estilo, sino contar algo más cotidiano, lo que puede suponer en parte alivio para aquellos lectores que me habéis dicho que lo que escribo es siempre muy denso (¿d=m/v? [Frikada de Física]). Por otro lado me gustaría agradecer el seguimiento de vosotros, mis lectores, tanto antiguos como más recientes, y vuestros comentarios que a menudo suelen enriquecer este lugar.
Se merece una especial mención el señor
Sharif Bujanda (http://sharifbujanda.blogspot.com/) por ser uno de mis comentaristas más activos y antiguos, cuyos valientes pensamientos han destacado siempre por su calidad.


También quiero dar la bienvenida de forma significativa a los que a partir de Septiembre se han incorporado a este lugar.


Y como sabéis, me expreso mejor a través de otras formas de escritura que no sean tan personales, así que no añado nada más, o esta publicación adquirirá una densaidad superior a los 3g/m3.


Un saludo para todos y gracias por estar ahí.


23 noviembre, 2008

La ciudad que callaba

Ella retiró la mano velozmente. Fue la primera vez que le negaba su compañía, aunque en muchas otras ocasiones hubiera sentido la tentación de hacerlo. Se habían acabado las oportunidades.


Esos ojos no eran de este mundo, y ella lo sabía.
Detectaba en su saliva el sabor del diablo, en el humo que exhalaba su malicia, en el modo de acariciarla, su lujuria.
Él la había atraído enredando su aura oscura a la de ella, y tal vez ella simplemente se había dejado envolver sabiendo el peligro que existía en aquellas ataduras, por el placer de sentir el miedo confundido con deseo que experimentaba cuando estaba cerca de él, consciente de que ponía su vida en juego, consciente de ser la mosca que se enamora de la araña que no tardará en devorarla, para más tarde abandonar su cadáver en el río del destino por el que vagan los troncos muertos.


Aquella noche en el cementerio había sido mágica. Frío, sauces y metal. Y el fuego de sus entrañas fundiéndose en la red de mentiras, ante cómplices que no necesitaban ser impelidos a guardar silencio ante la pasión.
Pero se acabó.
Para ella había sido la primera vez que la besaban bajo la luna.
Para él, sólo la rutina de quien sabiéndose manipulador ahoga la ilusión en un cubo de gasolina al que después se le prende fuego.


Y él la había abandonado.


Pero eso no suponía nada nuevo. No para ella. Siempre supo que lo que él sentía no era verdad, que sus palabras eran la retahíla que uno necesita repetir con desgana para conseguir su propósito. Si ella se dejó seducir por su maldad, era porque la necesitaba tanto como el oxígeno. Se había cansado de ser ella misma.


Y sin embargo, contra todo pronóstico no sucumbió a la tentación de albergar al mal en ella, quizá porque en el fondo estaba hecha de impermeable de miradas hipnóticas.


Él supo beber de su bondad. Supo secarse las lágrimas con cobre y los fragmentos de su voz. Supo calmarse con los besos de niña que bordaba para él.
Pero nunca le pareció suficiente.
Quizá se desintegraba por dentro al saber que ella había visto tanto lo bueno como lo malo de él, y aún así, no lo había salvado entregándose con furia ante sus brazos anhelantes.


Él la llamó desde la cama una vez más.
Ella se acercó cautelosa.
Y ante los últimos estertores que él profería, ella los tomó en terciopelo junto con los recuerdos de su juventud en que ambos se rebelaban contra todo lo establecido.
Después lo arropó y lo dejó en la montaña de cadáveres.

...Hacía tiempo que él había muerto...

Y el anhk que colgaba de su cuello se rompió.
"En el principio de los tiempos los hombres utilizaban armas de piedra, que se quebraban con facilidad; pasados los siglos las sustituyeron por utensilios de hierro, que si bien eran mucho menos resquebrajadizos, presentaban la desventaja de oxidarse rápidamente.
Y entonces a un herrero se le ocurrió la feliz idea de crear una aleación de metales que llamó acero. Pero el acero, para llegar a serlo, debe pasar por las pruebas de los elementos: primero por el fuego para fundirse, acto seguido por el agua y el aire para endurecerse y finalmente por la piedra para forjarse. Y por fin se convierte en una espada de acero, la más resistente de las armas."

- Y supongo -dije yo irónica- que la moraleja de la historia es que uno solo se hace fuerte después de superar todo tipo de pruebas.

- Fuerte no. Fuertes lo eran ya la piedra y el hierro -afirmó categórica-. Flexible. Ahí radica la diferencia. No puedes sobrevivir si no lo eres. "



-Beatriz y los cuerpos celestes-

17 noviembre, 2008

Olivar, relato de soledades compartidas de seres desiguales



Me encontré con él después de muchos años, mientras caminaba por un sendero de gravilla delimitado por granados en medio del campo. Sus cabellos se arremolinaban en torno a su cabeza con rebeldía, creando espirales y bucles que no terminaban de encajar con la apariencia sosegada que quería mostrar al mundo. Vestía una gabardina gris, un jersey azul y pantalones negros como sus zapatos. Llevaba un sombrero que le otorgaba cierta semejanza a un detective novelesco, pero no fumaba ninguna pipa.
Claro que no. Él era médico, sabía que eso era perjudicial para la salud, y de todos modos, en el ambiente en el que había pasado la mayor parte de su vida no estaba bien visto. También llevaba gafas como en su juventud, quizá con los cristales más gruesos debido a la vista cansada producida por todas aquellas horas de estudio que, seguro, había pasado encerrado en alguna alcoba de su casa rural.
Sin embargo, no me detuve hasta que casi me di de bruces con él, ávida de encontrar sus ojos y escrutar directamente los secretos que me había estado guardando durante tanto tiempo.
Mi respiración se entrecortó cuando me clavó sus pupilas inteligentes, con ese brillo de ingenio (¿malicia?) mezclado con bondad (¿quizá condescendencia?), no se sabe si ésta era innata o creada por la fuerza a base de máscaras.
Había conseguido lo que se proponía: Había dejado de ser él mismo para convertirse en la persona que siempre había soñado ser.
Pero su expresión, aunque ensayada, no conseguía ocultar el horrible desasosiego que le producía el mantener a su alma encerrada, amordazada, sacrificada por lo que él había considerado correcto.
Me miró evaluadoramente.

-Has cambiado - me dijo con su media sonrisa.
-En cambio, tú sigues exactamente igual que siempre -espeté intentando mostrar un tono de voz duro que pronto se convirtió en un susurro apenas audible, carente de fuerza.

Su sonrisa fue más pronunciada. Entreabrió los labios dispuesto, según estaba previendo, a entretejer las palabras que dieran forma a una conversación superficial y vacua, como la que uno elabora para dirigirse al panadero por la mañana.
Antes de que cualquier sonido escapara de su boca, inspiré y conseguí hacer la pregunta cuya respuesta nunca llegué a saber del todo, aquello que tanto me había dolido durante los años de separación:

-¿Por qué me dejaste sola?

Sus facciones se contrajeron creando una evidente mueca de fastidio entremezclado con sorpresa.
Inspiró hondo, y no me dijo nada. Me miró. Se concedió unas milésimas de segundo para observarme con cariño, con los posos de afecto que había quedado adheridos en lo que le quedaba de corazón. En seguida, sus ojos se mostraron duros.

-Hubieras sido una buena compañera con sólo dejar de luchar por seguir siendo tú misma.

Me quedé perpleja.
Él no se inmutó y continuó hablando:

-El mundo no está hecho para aquellos que van en contra de las normas, que no se agarran a las reglas sociales básicas para convivir. Si no muestras unos patrones de conducta mínimamente aceptables, estás condenado a ser un proscrito. Y yo no quise seguir un camino de soledad, como tú, por más que hubiera sido ese realmente mi camino. La admiración de los demás es muy importante para mí. Es la razón por la que me levanto cada mañana, pensando en qué es lo que haré ese día para poder sorprenderlos a todos. Te gusta el poder y eres, al igual que yo, ambiciosa. La diferencia se halla en que con un poco de práctica, he podido unirme a la masa y ser ahora un icono que brilla entre todos ellos. Sí... no te negaré que me he sentido tentado en muchas ocasiones de apartarme del mundo, de quitarme la máscara y poder tratar a los demás como realmente siento que debo hacerlo, aunque ese trato no sea el correcto. Pero mírame ahora. Sólo un poco de hipocresía y he llegado a ser todo un ídolo. En cambio, mírate a ti. Siempre tan complicada, tan encerrada en ti misma que no dejas que te vean los demás. Estás sola, sola de verdad y eso te lo has ganado a pulso gracias a esa actitud de ser tú ocurriera lo que ocurriera. Me vas a decir que te cuesta mucho dejar de lado tus dudas y sonreír un poco al que pasa por tu lado, aunque ni siquiera te importe...

-No sé quién está más solo de los dos. Si yo con mi compañía, o tú rodeado de tantas personas que, sí, se lanzarán para cubrirte si tienes la desdicha de que un coche interfiera en tu camino, pero jamás te comprenderán como lo podría haber hecho yo, si me hubieras dejado una oportunidad.

-Nuestros caminos hace mucho que se separaron, no le llores ahora a tu muerto. Déjame seguir con mi vida, no te he necesitado nunca, jamás pensé en ti en todos estos largos años. Te me apareces ahora reclamando un lugar que nunca te perteneció porque yo no quise dártelo, a pesar de poseer todo aquello que te hubiera hecho acceder a él sin reservas. No te cruces ahora en mi vida para recordarme lo que pasó, como si fueras mi conciencia... Déjame volver a casa, quiero estar solo.

Me aparté de su camino y me hice a un lado.

-Tranquilo -susurré- ya estás solo.

Y él continuó su camino, levantando el polvo con sus pasos firmes y decididos.

Tenía razón, él era un triunfador, un conquistador del día a día... Desapareció en el horizonte antes de que pudiera dedicarle un último pensamiento.

Cayó la noche.

Y cuando ese día, aquel hombre ya maduro llegó a su hogar, silencioso como de costumbre y puso las llaves en la cerradura y entró en casa, se sentó en su desvencijado sillón, se quitó el sombrero...

Y entonces encendió su pipa.

16 noviembre, 2008




Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás,
vivir en los atascos, los frenos automáticos
y el olor a gasoil.
Me angustia el cruce de miradas,
la doble dirección de las palabras,
y el obsceno guiñar de los semáforos.
Me da pena la vida, los cambios de sentido,
las señales de stop y los pasos perdidos.
Me agobian las medianas, las frases que están hechas,
los que nunca saludan y los malos profetas.
Me fatigan los dioses bajados del Olimpo a conquistar la Tierra,
y los necios de espíritu.
Me entristecen quienes me venden clinex en los pasos de cebra,
los que enferman de cáncer, y los que sólo son simples marionetas.

Me aplasta la hermosura de los cuerpos perfectos,
las sirenas que ululan en las noches de fiesta,
los códigos de barras, el baile de etiquetas.
Me arruinan las prisas y las faltas de estilo,
el paso obligatorio, las tardes de domingo
y hasta la línea recta.
Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera.
Me cansa tanto tráfico y tanto sinsentido,
parado frente al mar mientras que el mundo gira.
-Francisco M. Ortega Palomares-



15 noviembre, 2008

Autorrechazo

... Todo empezó aquel día gris
en que dejaste de decir orgulloso:

¡¡YO SOY!!

Y entre avergonzado y temeroso
bajaste la cabeza y cambiaste
tus palabras y actitudes
por un terrible pensamiento:

YO DEBERÍA SER...


-Bucay-




Clases de Física y Química

En primero de Bachillerato (hice la rama de Ciencias de la Salud), tenía a un físico de profesor, bastante mayor, al cual se le iba la cabeza de vez en cuando durante las clases. Se llamaba Francisco García, pero todos le conocíamos como Paco Vector. Acostumbré a principios de ese año a apuntar todas aquellas cosillas que me resultaban curiosas, lo cual fue recibido con alegría por mis demás compañeros. Por casualidad he encontrado sus frases de nuevo y me he dado cuenta de que no están aquí expuestas. Ya no me resultan tan graciosas como hace dos años, pero recuerdo cuánto me reí en su momento y les tengo cariño.
Es por eso que he decidido tenerlas puestas aquí, aunque sean infantiles, aunque ya no vayan conmigo...
Y bueno, me amparo en el hecho de que todos hemos dicho o hecho estupideces alguna vez, así que espero que se me perdone esta pequeña discordancia en cuanto a lo que hasta ahora ha sido este blog. Será breve.

P.D.: Lo naranja es lo que dice el profesor, y lo que pensé en su momento o las aclaraciones, están en gris.


-Primer trimestre-

"La Física es siempre igual, tío"

"Viajar en helicóptero es una ruina"

"Hay aviones que viajan sin motor"

"Con unos y ceros puede organizarse el universo"

"Los videojuegos, las fotografías y todo eso que dices '¡Qué maravilla!'... sólo unos y ceros"

"Los ordenadores son insaciables"

"Un vectorcito... así"

"El ordenador tiene un martillo y un reloj, y las cosas pasan entre golpe y golpe"

"Con un imán puedes hacer levitar la tapa de hierro que cubre la tumba de Mahoma y hacer creer a los incultos que es un milagro"

"El infinito está donde Dios te salve"

"Los nietos se llevarán el cadáver de tus hijos al infinito"

"Los matemáticos son unos empecinaos"

"Producir calor con energía eléctrica es solo posible para los incultos"

"Pero... decid algo ¡Que estáis como muertos!"

"Por ella sola no pasaría, pero con energía se la puede obligar a pasar"

"Cuando ordenas tu cuarto, desordenas el Universo. Ya tenéis excusa para no hacerlo"

"En Física se hace que los cuerpos hagan lo que no quieren hacer con energía"

"Los Físicos pueden quemar las mesas con bolígrafos"

"Un Físico puede morir en la bañera electrocutado debido a la electricidad de los átomos de su cuerpo"

"Los pararrayos sueltan chorros pa'rriba que son cancerígenos"

"Los físicos miden la energía potencial de las tizas tomando el techo como referencia"

"La tierra puede lanzar rayos"

"La levitación de los rayos es una especie de milagro"

"La Física es producto de la mente de un tío calenturiento"


-Segundo Trimestre-


"La intensidad y la potencia llegan al infinito, pero como no se puede, se queman los cables, pega un chispazo ¡pum! cortocircuito"
(Toda la clase pega un bote en el "¡pum!" ya que no se esperaba una ida de olla)

"Los macarras gastan energía en cantidades ingentes cuando van en coche con la música a toda voz, que parece que se les va a salir el corazón ahí dentro"

(Modo de hacer gazpacho del profesor)
"Si estás dale que te pego con la batidora y el gazpacho, la batidora puede salir ardiendo"

"Y entonces preguntará el tío: ( Con "el tío" se refiere a un compañero de clase)
-¿Y si le pongo a un motor cables más finos?
Pues te diré: Eres tonto, porque el motor se quema"

"Los alquimistas estaban locos perdíos"

"En la Edad Media, todo era pura fantasía"

"Tu coges un cacho de tronco de árbol y le metes fuego"
(Con esta frase y la de la batidora, llegué a la conclusión de que era pirómano)

"Como agradecimiento a los descubrimientos de Lavoisier, los franceses le cortaron la cabeza"

"En la tabla periódica hay elementos fantasma"
( O.o??)

"Tu le pasas un hierro a un imán y se te queda pegado"
(Que no un imán a un hierro. Es decir, que si pasas un hierro por donde sea, todo se quedará pegado a él. Cuidado con los muebles de las casas antiguas hechas de este elemento, podéis morir de inanición al quedar pegados a ellos)

"Si no hago nada extraño con el boli, éste conserva su forma"
(Cosas extrañas... ¿como qué?)

(Empieza a bailar en mitad de la clase explicando el movimiento atómico)
"Si vas para un lado... Brrr ... y todos los átomos van detrás al unísono"

"Ya te puedes romper los brazos apretando al agua, que ni se entera"

"Valencia... el número que acompaña a los compuestos... pero no de ciudad ¿eh? Valencia de valor"
(Ahora estaría bien que alguien preguntara: ¿Pero valor de precio, o valor de coraje?)

"A los átomos, como a las personas, no les gusta estar solitos. Se buscan colegas o parejitas, porque están más contentos y cómodos. Algunos son tan tontos incluso, que se emparejan con ellos mismos... autistas... Sólo hay unos señoritos que no se emparejan con nadie, dicen: Tengo sangre azul, a mí que no me toque nadie... Esos son los gases nobles"
(Cuentos para no dormir, by PV)

"Si este cuaderno se desintegrara de repente ¡pluf! toda España por los aires... La bomba atómica nada tendría que envidiarle"
(Él y sus delirios...)

"Nadie ha visto un átomo... (Silencio sepulcral) Nadie ha visto un átomo con sus ojos mortales... je je je. (Risa diabólica). Los científicos son muy listos y los ven"

" ¿Cómo calcular las moléculas de cualquier objeto? Coges unas pinzas maravillosas y comienzas a contar moléculas... te habrás muerto antes, por supuesto. Aunque un antepasado tuyo de la época de los monos hubiera comenzado, y todos tus antecesores siguieran la cuenta, tú aún no habrías terminado"

"El aire tiene muchas cosas... nitrógeno, oxígeno, vapor de agua... un montón de mierda..."

"Tu echas un Kg. de mierda en el océano y no pasa nada, se disuelve y disimula, pero en el aire estaría mucho más concentrado"(Comprobado por él en su playa de Torrox)

"Si hueles amoniaco es como si te metieran un palo por la nariz"

"Vaya tontos por la vida que estáis hechos, os van a engañar en cuanto vayáis a comprar un cacharro"

"Yo lo sé todo"


-Tercer Trimestre-

"¿Hace falta comerte un filete para tomar proteínas?
Te vas a un químico y te mete un pastillazo.
Ahí tienes tus proteínas."

"Rayos catódicos... no católicos jejeje"(Gota)

"Los alquimistas eran unos magos que se encerraban en laboratorios
para hacer nada. Se quedaban allí a oscuras pensando en lo que hacer"

"¿Quieres fumar una sal ácida?"

"Los metales de abajo son mucho más metales que los otros."

"Tú no ves por la naturaleza un cacho de sodio.
Si lo miras, no lo toques, es muy peligroso."
(No tenemos otra cosa mejor que hacer que
ir tocando trozos de sodio por la vida...)

"La memoria se compra por kilos."

"Las partículas y las antipartículas nacieron juntas.
Por eso dicen que en otra dimensión están nuestros antis..."
(Mirada sospechosa)

"Ains... si esta tiza hiciera ¡plum!"
(Paco Vector, que en el tercer trimestre nos dió Química, añorando explicarnos Física)

"¿Cómo, que el agua arde?
El agua se usa para apagar, no para arder."

(De esta frase deducimos que el agua no es útil como
combustible, pero puede utilizarse perfectamente un cubo
de agua para apagar el televisor)

"¿Como descomponer un filete?
Ponlo en la sartén a calentarse hasta que arda vivo."
(Ya está con sus ataques pirómanos)

"¿Qué es eso? ¿Eh? (Señala la pizarra)
¡¡Metalsilicato!!
¡Que parecéis tontos! "

"Pareces tonto, hijo mío."

(Hablando de los espeleólogos)
"Iban los tíos esos por las cuevas, allí llevando una llama en el flequillo...
Eso era antiguamente..."

"Es diíno... diíno...
No dino, prefijo de dinosaurio..."

(Explicándonos nomenclatura de la química del carbono)

"Si vas con un carro de nitroglicerina y este se mueve...
¡pum! No queda allí ni el apuntador."

"Hay fórmulas que las ves y te da un síncope."

(Siguiendo con la química del carbono)

"La gente antes para suavizarse la cara
se echaba nitroglicerina...
¡ay, no, perdón!"

(Mmm... buena idea, ya sé con qué rellenar los botes de crema que utilizan ciertas personas)

"Nos quedamos sin energía... que vamos,
gusta más eso a tener que apagar la luz y vámonos."

"Aquí, para fundir hidrógeno hay que estar 30 ó 40 años más
gastando petróleo... si queda (risa diabólica)"

"Un cuerpo negro en caso de... boca de orco..."
(Lo flipé cuando dijo eso)

"La energía que gastamos al día es equivalente a tener 30 esclavos."

"Hoy vamos a hablar de los espectros..."
Elvira: ¡Del anillo!
Lorena: ¡Especto patronum!

"Si metes la mano en el microondas se te queda
como un filete ruso."

"Aunque no te lo creas, está todo lleno de antenas."

"Según la física cuántica, si empujas la pared
durante mucho tiempo, terminas atravesándola."

09 noviembre, 2008

Velvet Paranoid

El aire retuerce mis pulmones más que otros días...

La asfixia sólo es precedida por la sensación de ahogo en agua sólida.
La maquinaria universal conspira para sus propios fines y nosotros no formamos parte de sus planes.
La vida es un milagro en sí mismo y se nos escapa con los segundos.
La entropía tiende a ser cuando nosotros no somos.
Los suspiros se queman con el humo del cigarro. Los pensamientos se atan con alcohol y
se nos olvida la existencia con un libro.
Sólo somos conscientes de aquello que nos interesa.
Somos tecnología animal.
Arañar oxígeno con las manos requiere maña.
El deseo tiene connotaciones de pecado.
Lo correcto sólo existe en nuestra mente.
Lo normal no tiene cabida en el mundo, sólo los prejuicios humanos, ya que permitimos su continuación en éste.
Dormir sólo es la excusa de aquel que no quiere vivir.
Las estrellas nos sobreviven aún estando muertas.

... Tu tiempo se acaba cuando acaricias con los ojos estas palabras ...

07 noviembre, 2008

El extranjero

-¿A quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?

-Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.

-¿A tus amigos?

-Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.

-¿A tu patria?

-Ignoro en qué latitud está situada.

-¿A la belleza?

-Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.

-¿Al oro?

-Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.

-Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?

-Quiero a las nubes..., a las nubes que pasan... por allá.... ¡a las nubes maravillosas!



-Baudelaire-




01 noviembre, 2008




Nunca doy lo que se espera de mí.


Siempre doy lo que de mí no se espera.