29 julio, 2012

Breves reflexiones melancólicas


La naturaleza del insulto está claramente ligada a la intención de causar dolor. Si el insulto no consigue el efecto buscado y pierde toda su eficacia, no puede disimularse, como sucede con otras palabras, la vacuidad del mismo, pues la intención dañina se mantiene impertérrita como una sucia mancha sobre un vestido blanco, independientemente del resultado neto que éste provoque en una persona. Hay que ser elegante y certero para insultar, pues nada queda tan ridículo, tan absurdo y tan carente de sentido como un insulto sin efecto.

Los insultos de las personas que nos aman tienen un impacto emocional particular, haciéndonos encoger sobre nosotros mismos como si de una puñalada trapera se tratase. Duele más que cualquier golpe físico que podamos recibir. Y ese escozor repentino, esa quemadura sin marca visible, esa falta de respiración mantenida durante unos segundos, tiene un efecto tan devastador capaz incluso de dejarnos minutos y minutos sin palabras.

Pero ¿qué ocurre cuando una persona amada utiliza como arma la palabra equivocada y no produce efecto alguno en nosotros? Hasta del dolor más intenso puede uno inmunizarse y escapar ileso. Cuando tal suceso ocurre, la situación es todavía más escalofriante que cualquier pausa en la respiración. Quedan dos personas mirándose a los ojos, una tratando de dañar a la otra pero incapaz de lanzar las palabras apropiadas que la hagan temblar, y la otra con una tristeza aún mayor en los ojos que si la hubieran dañado, a sabiendas de que quien la ama no sólo pretende herirla sino que además, ni siquiera la conoce lo suficiente como para conseguirlo. Y eso, tal vez, duele más que cualquier insulto.

***

Independientemente de nuestra condición, todos somos nómadas en algún momento de nuestra vida. Todos nos perdemos y nos buscamos a tientas en la oscuridad, sólo que algunos se encuentran y otros no. Algunos además encuentran a otras personas, no sólo tienen la enorme satisfacción de encontrarse a sí mismos, y es en ese instante de reconocimiento mutuo en que todo encaja y por fin tiene algún sentido. Todos buscamos a una persona con la que sentirnos seguros, como se sienten los lobeznos recién nacidos con su madre. Un sentimiento primitivo que nace desde lo más hondo de nuestra naturaleza humana y nos inunda, nos hace buscar al otro, aunque solos estemos perfectamente bien. Al final todo se reduce a eso, encontrar a una persona a la que llamar Hogar.

***

Se suele hablar mucho de los besos, concretamente de los besos en los labios. Se les concede una importancia tan enorme, que no darlos tal y cómo se nos pide puede llegar a ponernos realmente nerviosos y a escatimar nuestro valor a los ojos de los demás. Y así, los besos en los labios o en las mejillas -ya sean rápidos de cortesía o maternalmente intensos- acaparan toda nuestra atención y parece no ser relevante nada más. Sin embargo, los besos más significativos son los que se dan en la frente. Cualquier persona no está capacitada para hacerlo y por ello son los más especiales. Un beso en la frente significa que esa persona es la adecuada. Para qué, da igual. Es una persona adecuada, y punto. Lo demás no importa.


25 julio, 2012

Granada II


Julio avanza, a solo cinco días

de terminar el exilio, se me quedan en la garganta

demasiadas preguntas sin nacer

y quedo huérfana de finales sin principio.


El verde que te quiero verde escuece en las pupilas,

no cesan de cantar los grillos y la tierra

húmeda tiene un olor lascivo,

como a sexo sucio y sudor entre sábanas

o tal vez soy yo,

tal vez soy yo.


Me espía un fantasma de un tuerto morisco

por la ventana y me hace tiritar de miedo,

como a una niña que sabe que la presencia

del crucifijo no va a salvarla de los espectros

por mucho que rece.


El amor es eso que se hacen los escarabajos

bajo el castaño, aquí todo es tan sencillo,

tan sencillo,

tan sencillo, que da asco.


Aquí pierdo la belleza y la forma

y me uno a las raíces, casi no parezco

humana de lo que se me pudren las flores

y los labios ya no besan por el sol

demasiado ardiente para respetar su textura

o su color.


Regresaré mustia a la ciudad para que sus noches

y el alcohol me devuelvan lo que era,

para volver a tener el bronceado nocturno

de las farolas y del rímel corrido por las mejillas,

el rojo natural de mis ojos de insomnio,

el sudor dulce y romántico que deja la cerveza,

las voces de los bares prendidas en las pestañas,

el hielo del asfalto en las muñecas y la esperanza,

la esperanza de que no acabe nunca este verano.


24 julio, 2012

Granada I


Esta casa tiene la memoria eterna

como las piedras que la levantan.


Mosaicos artesanos ofrecen a la vista sus colores

dejando cierto sabor a delicia turca,

a opio y jazmín, a sándalo y a naranja

en el cielo de la pupila.


Se respira higuera, helecho y enredadera,

con cierto poso de ciruela amarga.


La ceniza de la chimenea me habla

acerca de inviernos que ahora,

bajo este sol y esta brisa veraniega

ni siquiera puedo llegar a imaginar.


Cuántas historias de amor

puede llegar a albergar un sofá.


Salamanquesas fugaces entran por las ventanas

hacen su ronda unos minutos a la espera

de que ningún ejército de mosquitos

haya perturbado la paz del lugar.

Después se marchan tan rápido como han venido,

como los buenos amigos que vienen a ver cómo estás

y una vez seguros, pueden alejarse tranquilos.


Dos gatos me custodian,

uno dentro y otro fuera de casa.

Allá donde haya un felino,

puedo llamarlo hogar.


Este es el lugar perfecto,

qué silencio,

aquí los problemas no existen,

son como el mobiliario, de mimbre,

y sabemos que por eso se doblan

antes que partirse.


Ya me callo.

Tiendo, a veces, a hablar demasiado,

como las perdices.

Tal vez por eso

siempre terminan con ellas los cuentos

y ahora, este poema.


22 julio, 2012

Dados


Me vas atando las muñecas

mientras sonríes.

Es por mi bien, dices,

tú sola te vas a hacer daño.


Te miro con ojos escépticos

y me muerdo los labios,

intentando no gritar una verdad.

Aguanto.


Hoy me toca ser perfecta esfinge

de contención oral.

Mañana se me soltará la lengua

y no podré evitarlo.


Átame bien fuerte

y amordázame hasta sangrar

pues cuando me suelte

precipitaré las palabras

y llegará el final.


Sonríe mientras puedas,

hoy vas ganando la apuesta.


Mañana me tocará tirar.


20 julio, 2012

Climatología adversa


Echo de menos el paraguas

para caminar bajo la lluvia

y girar, dando vueltas

bajo el cielo arrancando

la última gota que se prenda

en mi vestido con los labios.


Qué más da, una mañana cualquiera

y la casa se cae a pedazos.

Así son los despertares grises,

sola y desnuda,

tejiendo entre las manos

mis catástrofes cotidianas.



19 julio, 2012

Ojos que ven, corazón que no entiende

¿Por qué esas ganas de quejarse, ocurra lo que ocurra?

¿Por qué tiene que estar todo necesariamente mal y nunca consiguen ser felices con lo que tienen?

¿Por qué todo se reduce a un camino marcado y todo lo que sea salirse de ahí es un agujero negro?

¿Por qué si eligen ser conformistas, están tan disconformes con todo lo que no sea la conformidad?

¿Por qué esa necesidad de imponer tu visión cueste lo que cueste, a base de sangre si hace falta?

Y luego se extrañan si salto por el balcón.

Nunca entenderé a los que dicen "te quiero" a cambio de algo, como si no fuera suficiente con ser capaz de decirlo.


18 julio, 2012

Sax on the beach


Este es el rincón del infierno

reservado para nosotros.

Ellos están arriba

y nosotros aquí abajo,

pero la música fluye

y elimina las distancias.


Somos un todo, el jazz,

ellos y nosotros.

Esta noche improvisamos

y nos confundimos con el aire,

con la música,

con las vibraciones

que excitan nuestras neuronas

con esos impulsos eléctricos

que conoces tan bien

y que yo estudio como intercambio

de calcio, magnesio y potasio.

En el fondo somos lo mismo.


El Diablo está ahí, provocándonos,

tocando el saxo para nosotros,

en este instante que ocurre ahora

y que ahora y un segundo después, se irá.

Disfrútalo, saboréalo,

tómalo entre los dedos y hazlo tuyo,

sabes hacerlo como nadie

y por eso adoro verte reír.

Así son nuestros segundos,

únicos e irrepetibles

y tan necesarios

como un chute de heroína.


Acuérdate de vivir

nos dice un viejo amigo.

No lo he olvidado

desde que ha comenzado la noche,

estos momentos contigo.

No sentiré miedo ni nostalgia

cuando esto haya pasado

cuando la noche se haya ido.

Eres mi ángel del infierno,

-no de la guarda-,

y puedo tocarte,

puedes tocarme

como ese joven la guitarra

y sonamos en armonía y discordancia,

y sé que somos como esas luces

que se unen y se separan desde el techo,

tan rojas y brillantes,

tan fugaces pero intensas,

bailando,

rondándose tan cerca,

tan lejos

pero siempre volviendo a encontrarse.


Me fluye por las venas esta sed de vida

y me apetece contarte un secreto:

las ciudades no son sólo las calles,

no son sólo las aceras

ni los puntos de los mapas.

Hoy la ciudad somos tú y yo,

jazz en estado puro

y esta noche se revela ante ti

con todas sus fuerzas.

No la desprecies,

porque Córdoba es como Ítaca

y siempre estará aquí

esta ciudad esdrújula

esperándote a que vuelvas.


Cada momento requiere un ritual,

y te pido que me dejes improvisar

como el coro de diablos borrachos

que nos hace tener un orgasmo

con sus voces de viento metal,

y tímida y paradójica

me acerco a la barra.

Es la hora de apostar y yo apuesto

a doble malta o nada,

nos lo jugamos todo a una sola carta.

Y te quiero porque dices sí

y lo aceptas,

y no por inconsciencia,

sino porque lo sientes

y sabes que si pierdes

podrás empezar de cero

con las mismas ganas,

con las mismas fuerzas.

El bosón de Higgs

se deshace en nuestras lenguas,

somos las partículas

que mantienen unida la materia

de este universo paralelo

en el que vivimos.


Accedo a tu petición,

y lo hago con música,

dice una canción:

Homo homini lupus,

amanita faloides,

opus dei vade retro,

superavit de incognito,

habitus delinquendi,

ora et labora,

abyecto curriculum;

cunnilingus post mortem.

Así el memento mori

no nos dará tanto miedo

y podremos transformarlo

en memento vivere.

Así siempre tendremos

nuestro Leaving las Vegas,

seremos como Dorian Gray sin pasado

ni patria, ni bandera.

Acuérdate de vivir,

acuérdate de vivir,

errare humanum est

y todo lo demás

es no tener planes más allá de esta cena.


Nuestro rerum demoni particular.


17 julio, 2012

Aplicando cerveza o suero de la verdad a mis neuronas más nocturnas...

El producto de 4 cervezas...

Sobre la libertad

-Uno o dos. Elige. Ya.

Lo miré con los ojos muy abiertos mientras me embargaba cierta sensación de agobio.

-¿Uno o dos? ¿Sólo uno o dos? ¿No hay más opciones?

-No, no hay más opciones. Uno o dos -volvió a repetir, de manera más acuciante.

-No puedes hacerme eso.

-Claro que sí, ¿no lo ves? Uno o dos. Venga, escoge.

-No voy a elegir. Así no.

-Tienes que hacerlo.

-Pues no quiero.

-Eso da igual. Elige. Uno o dos.

-Ninguno.

-No puedes.

-Los dos.

-Imposible. No me hagas perder la paciencia. Uno o dos.

-Pues elijo el tres.

Vi claramente su intención de levantar la mano y cruzarme la cara.

Pero qué decisión tiene legitimidad si no es desde la libertad. Qué más da que yo eligiera uno o dos, si quería tres, o los dos, o ninguno. O mil. Cuando elegir uno es lo mismo que elegir dos para una persona, la decisión se torna necesariamente irrelevante. Y entonces nada tiene sentido.


Sobre la sociedad

Siempre hemos deseado sacar lo mejor de nosotros mismos, entendiendo “lo mejor” como lo más razonable desde el punto de vista ético. Hemos evolucionado como sociedad, tecnologizándolo todo y creyéndonos mejores a cada paso -como si el progreso tuviera algo intrínsecamente bueno de forma exclusiva-, pero en el fondo seguimos siendo los mismos primitivos de siempre. Deseamos regirnos por las leyes naturales igual que cualquier otro animal, pero sin embargo nos creemos mejores que ellos y tratamos de diferenciarnos todo lo posible mediante leyes sociales que definan claramente los límites que nos separan de nuestros orígenes. Y así no se puede. Si aplicamos políticas de hijo único a la población, a fin de mantener el ecosistema en equilibrio nos quejamos del supuesto nazismo de esas ideas. Sin embargo reconocemos que no podemos continuar así, porque los recursos son los que hay y la despensa tiene un tamaño limitado. No podemos ser salvajes y señoritos a la vez. O uno o lo otro. O naturaleza o progreso, no se puede tener en esta vida absolutamente todo. El viejo dilema de la razón y el corazón aplicado a niveles macrosistémicos. Esa es la vida del ser humano, nos guste o no. Y siempre la libertad conllevará responsabilidad, le pese a quien le pese.


Sobre mí

Mi problema, mi puto problema, es que soy una cierrabares. Me acabo de dar cuenta. Aprovecho lo máximo y lo mínimo, hasta la última gota, imploro al camarero con la mirada que no se lleve la copa de cerveza todavía sin terminar y me van echando de los sitios porque los exprimo hasta sus máximas consecuencias. Sólo me queda el consuelo, o más bien la explicación, de que me viene de familia. O eso me han contado...


Sobre los desconocidos

¿Sabéis de aquellos que fuman Nobel? No os fiéis. Joder, si fumas, no fumes Nobel, te lo estás diciendo todo. Es una marca para novatos de por vida. Y si ven Telecinco, menos todavía.


Sobre el amor

Por siempre, para siempre,

Córdoba, contigo.


15 julio, 2012

Noches en el Babylon Club


Llama al 666,

responderá encantada a tu llamada

desde mi teléfono.

Botas de cuero y minifalda

o tres chupitos de vodka

son todo lo que necesito para que Ella

despierte y salga a tu encuentro.

No le valen las palabras,

está ronca de tanto gritar

y le queman los labios,

sólo comprende la vida

cuando el sudor de otro recorre su piel.

Me atormenta por la noche,

me aplica dolorosas descargas eléctricas

en el espinazo y me entierra las manos

en el sexo, pidiéndome que me aparezca

en algún lecho y que torture hasta el orgasmo

a quien sea que allí se encuentre.

Sólo estás a salvo si lleva carmín en los labios,

pues no sería capaz de borrarlo con un beso;

quién sino Ella usaría el pintalabios como cinturón de castidad,

sólo para provocar a aquel que no la puede tener.

Así la educaron en el Babylon Club,

así le doraron la melena y le rizaron las pestañas,

para que un cuerpo de niña atrapara su alma de mujer.

Como una prostituta, pero al revés,

cuando todo lo que ves no es todo lo que muestra;

cuando el deseo no la ciega ni la distrae,

es su instrumento para cegar a otros

y ahogarse en su deseo.

Y así consume los minutos,

hasta que el tiempo se agota y el calor se hace insoportable,

hasta que el alcohol desaparece de su sangre.

Y confusa despierto,

sofocada por mi propio sudor y nadie a mi lado,

todo ha sido un sueño; y me miro en el espejo

y allí está Ella, riendo,

mostrando el fuego desde sus ojos,

desde mis ojos.

Yo soy Ella y Ella soy Yo.

Y después de bailar toda la noche entre las sábanas

me hace comprender que ni siquiera el agua puede borrarla;

que puedo esconderla, pero no matarla,

y que no podré controlarla cuando despierte.

Ella es más bella, Ella es más fuerte,

Ella es la única capaz de llevar zapatos de tacón sin caerse,

de hacerme vibrar hasta las estrellas,

de guiar mis pasos en mi propio Infierno.



14 julio, 2012

Cucurucho



Son los bares por la noche,
con sus luces de colores,
los que me incitan a beber
con su gente, y el aire de verano
que corre ahíto por las terrazas.
Y entonces me transformo
me convierto en no sé qué
y mis pupilas se dilatan
sólo para quien quiera mirar.




13 julio, 2012

La mujer como fenómeno mediático, iniciativas feministas y un aplauso para Alicia

Estoy haciendo últimamente muchos descubrimientos.

Uno de ellos me lo ha revelado un amigo, que se hace llamar Zan Wix, cuando me ha escuchado arremeter contra la naturaleza machista de los comentarios que se han vertido en cuanto al asunto de esa tipeja, Andrea Fabra, que nos ha gritado a todos que nos jodamos. Y mi cabreo no es porque no piense el comentario no sea desafortunado, cruel y además dicho en un lugar donde todos podamos oírlo; sino por la forma en la que cambian los acontecimientos al estar dicho por una mujer, que es cuando se abren las puertas del "todo vale" y he leído insultos desde "menuda zorra", "puta asquerosa" a "a esa le hacía yo un apaño para que se callase". Eso jamás ocurre si lo dice un hombre, el hecho de que una sarta de babosos/carroñeros, machistas al fin y al cabo, empiecen a valorar a una persona por su aspecto físico o hacer referencia explícita a su sexualidad sólo por haber hecho un comentario. Andrea será una cabrona y no tendrá ni pizca de empatía, además de ser una estúpida; pero el hecho de que hagan comentarios acerca de su naturaleza femenina no sólo me parece soez y fuera de lugar, sino que me ofende profundamente como mujer.
Ya pasó con las ministras de Zapatero. Con Chacón. Con Sara Carbonero. Ya pasaba con Clara Campoamor. Y mucho antes.

Una mujer abre la boca y ya hay un grupúsculo soltando barbaridades. Si no les resulta atractiva, ya la empiezan a valorarla por su aspecto. Si les resulta atractiva, también. Independientemente de si suelta una genialidad como si dice una burrada, ninguna mujer está a salvo de los comentarios machistas acerca de su condición de mujer en cuanto se hace notar con la palabra. Y esos insultos -así los considero- sobran. Sobran del todo.

... pero bueno, yo hoy no venía a soltar culebras por la boca, sino a enseñaros mi descubrimiento:

Se trata de Alicia, una mujer feminista que parece que comparte algunas de mis mismas calles. Además de tener un blog en el que habla de lo que le da la gana, ha comenzado una iniciativa feminista que se llama "El cazador cazado" en el que graba e increpa a los acosadores sexuales callejeros que se meten con ella, esos que se dedican a mirarnos como si estuviéramos allí puestas para ellos, o que empiezan a hacernos comentarios asquerosos.

Quiero presentaros unos vídeos, valientes y arriesgados, pero sobre todo cargados de razón.

Quiero que los veáis mientras me leéis.

El primero, una pequeña obra de arte en mi opinión, acerca del dilema que se nos presenta a todas las mujeres cuando volvemos a casa, solas, por la noche. Me siento terriblemente identificada:


Éste, un caso típico de agresión sexual, tan extendida en nuestras calles, no tiene desperdicio -y la coletilla final, fantástica, se nota que su marido es un tío también estupendo:


Éste podría haberlo hecho yo porque he pensado mil veces lo mismo. La diferencia entre un piropo y una agresión verbal:


La reflexión final del vídeo, muy importante:


El caso del asesor de moda, el agresor sexual encubierto:


El caso del jubilado con rayos X:


Y el último hasta ahora que tiene, pero el más curioso:



Chicas del mundo, ¿nos apuntamos?

Un aplauso para Alicia y gracias a Zan Wix por descubrírmela :)

Haciendo el blog interactivo para vosotros, lectores míos

A día de hoy, con las nuevas tecnologías, una tiene que adaptarse.

Soléis preguntarme que si se puede compartir lo que escribo en las redes sociales y soléis decirme que no os gusta comentar porque en ese momento no se os ocurre nada y miles de excusas que os inventáis.

A partir de ahora, mascaíto. Os dejo botones al final de la entrada para que lo compartáis en twitter, facebook y G+, y he puesto botones con 4 opciones para que no dejéis de opinar sobre lo que escribo y así pueda saber lo que pensáis sin que tengáis que escribir nada. A sólo un click.

Espero que lo utilicéis.

También dejo la advertencia, por si hay algún listo, que nunca se sabe, que todo lo que escribo está bajo licencia de Creative Commons y que los derechos originales como es natural, me pertenecen.

Y dicho esto, que sigáis disfrutando del verano hasta que un día nos levantemos y nos demos cuenta de que somos Grecia. Habrá que aprender a hacer Mousaka.

Saludos!

12 julio, 2012

Minúsculas certezas


Amanece, hoy es un nuevo día

y una gata con cara de estrella

se despereza contra la puerta,

provocando la anomalía vibrante

del maullido precoz

de las diez de la mañana.


No puede ser,

hoy las sábanas son más naranjas que ayer,

cuando las pelusas se arremolinaban a mis pies

con la desgracia de una catástrofe natural.


Son iridiscentes, tus ojos,

como la botella que contuvo

el mensaje que me salvaría la vida

desde un invierno mal entendido.

Como un intrépido navío

que se hunde en el mar,

así es el nacimiento de un planeta.


Las puestas de sol son un asunto personal,

cadáveres relucientes que reconocen

la foto imaginaria que llevas en la cartera;

la luna por sombrero, no sé qué más

puede traerte a la vida hoy

si no es tirar el orgullo bien lejos

aceptar un beso y sostenerlo entre los dedos sin temblar.


No soy yo la que silba, ¿no lo ves?

Tengo la maldita costumbre de hablar por mí misma

y cuando me equivoco tengo que volver atrás

y decirme muy seriamente, a la cara,

que me muero por saber cómo es vivir,

que un error es como la espuma del mar.


Esa mezcla de blanco y azul que siento

en el fondo del vaso da vértigo,

y al mirarme en el espejo

ya no tengo miedo a los agujeros

negros, ni a la gravedad,

porque la voz me cambia y yo con ella,

y me duermo pensando en luciérnagas gigantes.


Yo contra las cuerdas, una vez más,

sabré aprender a tocar la guitarra

y a cantar con la voz de los grillos.

Si quieres acompañarme, cógete a mi mano

y subiremos la escarpada pendiente

que termina en un oasis de arena.


Y duerme, y duerme,

duermevela oscura y amarga

y dulce y plateada.

Que las noches se me pierden,

me pierden,

las noches se pierden

y sale la luna y me dice que duerma,

que anochece y me asegura

que mañana volveré a despertar

en mi cama seguro,

segura de que no hay un por qué.

Y así es como transcurre la vida,

cuando el segundo más importante

nunca es el siguiente, sino este instante.



08 julio, 2012

La hoguera de las convencionalidades

Hoy voy a decirlo,

¡cómo me amo!

-Love of lesbian-



Fuera el sujetador,

arriba las manos, ponte de puntillas

y ahora trata de tocar el cielo

y llegar tan lejos como puedas.

Para hacerlo debes tener el corazón

tan desnudo como el pecho,

dispuesto a todo.


Juega al póker con una cabra

y gánale la apuesta;

luego enséñale a tocar el violín para compensarla,

así podrá salir en la peli de Notting Hill

y convertirse en una prueba de amor.


Róbale una sonrisa a un condenado

y anímalo esperándolo al otro lado.

Es el sino de los malditos,

morir solos, pero bien acompañados.


Bebe vodka y tequila sin despeinarte,

con los labios pintados,

y luego revuélcate por el suelo con un gato,

como un gato.


Sé anémica

y saborea el hierro de los candados para despegar,

Allan Poe te fichará en su próximo libro.

El instante de la resurrección de los muertos está próximo ya

y tú vas a dejar a Ligeia a la altura del betún,

electroduende, electroperra de barrio pijo.


Caliéntate a fuego lento ante la sola imagen de tu cuerpo,

en el espejo un relámpago y allí estás,

quién mejor para amarte sino tú

que tan bien te conoces,

que tan sola te bastas.


Preparo una taza de café

y antes de despertar del todo

mamá pregunta suspicaz que anoche,

dónde he estado. Siempre lo mismo.

-Descubriendo el mundo;

podría ser una respuesta.

-Tomando chupitos con mi amiga,

la lesbiana – Padres, gente,

siempre pendientes de los detalles más nimios

que lo reducen todo a una sola dimensión

para poder abarcarla-.

-Cosiendo historias a la lumbre de la cerveza,

ya sabes que soy cuentacuentos.

-En la cama de Edu Galeano,

con Aventuras de los jóvenes dioses

y hasta me dedicó un verso borracho.

-Incendiando el parlamento a golpe de palabra,

redimiéndome en mi saliva para que no me gobiernen.

Da igual la respuesta, todas le resultarían

igual de fantásticas, igual de incomprensibles

aunque alguna de ellas sea verdad.

Mamá siempre sospechó que la niña le había salido rara,

niña imantada.


A mí me es igual.


Me quedo con los libros,

con las páginas me haré barcos de papel

que naveguen lejos,

donde no puedan encontrarme.

Dejaré los estudios de una vez

y me pondré a beber en serio.

Le pediré a un pirata que me muestre el lugar

donde guarda sus tesoros

y le regalaré una flor a cambio de su confianza.

Gritaré para levitar en las horas más oscuras

hasta quedarme sin voz.

Cerraré dos ojos al dormir

y todo lo que alguien pensó algún día para mí

lo ignoraré para inventar un nuevo camino; el mío.

No es mi culpa si siempre esperan lo que no doy,

si doy lo que nunca esperan.


Voy a hacer una hoguera para quemar los contratos,

los anillos de compromiso, las hipotecas,

las oposiciones al mayor mamón del reino,

los por qué llegas tarde,

el decir adiós cuando es demasiado pronto,

el rol de mujer perfecta,

los papeles de papá Estado

y las hostias consagradas que me peguen

algunos miembros del jurado.


Voy a quemar los deberías de,

los esto lo hace mejor tu hermana,

los trata de ser como tus amigos,

los esta cortina amarilla va a juego con la escobilla del váter,

los para llegar a ser alguien en esta vida...,

los llegar tan tarde a casa no es de señoritas...

Los zapatos planos, las faldas hasta los tobillos,

los escotes redondos y las perlas en las orejas.

Las mejores notas de la escuela,

el orgullo en función de matrículas de honor

y las películas edulcoradas que maquillan la realidad.

Los hombres que te hablan como si fueras una puta

y aquellos que no creen que tu alma va más allá de tu cara de niña bonita.

Y las mujeres que así lo teman.

Todo, todos, a la hoguera.


No seas convencional si no estás llamado a serlo,

sé un proscrito y alégrate de ello,

porque lo normal es lo mediocre

y eso siempre será así

por los siglos de los siglos.


Haz un aquelarre,

llama a las brujas y a los cabrones

y riéte con ellos al calor del orujo.

En la hoguera de las convencionalidades hay un lugar

para todo aquello que siempre te llamaron a ser

sin que les dieras tu número de teléfono;

un lugar para quemarlos a todos.


Y si sangras, detén la hemorragia en un poema.

Confía en el poder de las palabras y del tiempo.

Y si todo sale mal, siempre podrás empezar de nuevo

y reírte a carcajadas.

Porque aunque te pidan día a día

que te adaptes a lo que dice la sociedad

han elegido para ello

el mundo menos convencional de todos

que es éste en el que vivimos.

Siempre existiremos en un planeta mágico

donde las hadas y las sirenas tienen su lugar

donde lo que importa sólo es el presente

sólo la oportunidad de que ocurra lo imposible a cada instante,

el no saber si mañana vas a despertar.


Crea siempre tu camino y si todo se tuerce

grita al viento carpe diem.

Carpe diem, carpe diem.

Antorchas de pasión y carpe diem radical.