te aproximas, maldito vampiro,
para hundir en mi piel tu cuchillo
y avivar la ira que arde
cual ramo de tomillo en mis entrañas.
Como un gato sibilino
que presume con alarde
de destrezas y artimañas,
sonríes muy ladino
y te acercas, malandrino,
a libar de mi sangre.
Yo te miro de reojo,
molesto acaparador traidor
de glóbulos rojos;
canalla, pérfido felón
que enciende mi enojo.
Te vas a sacar de mi pozo
sanguinoliento y arterial,
con júbilo y con gozo
mi tesoro más vital.
Naces en el Guadalquivir,
cerca de la Giralda
con más cara que espalda
y no me dejas vivir.
Si al cantar las sevillanas
no caes rendido con unas palmas,
te enviaré al agujero
con sprays, Raid y veneno
para que la cara te partas
tras el accidentado vuelo.
Y no sonará tu trompetilla,
ni tendré picaduras en los dedos
por tu causa, puñetero,
ni en Marbella ni en Sevilla.
2 comentarios:
Querida hermana, el hecho de que a usted le piquen los mosquitos, no es mera casualidad, si no fruto de un insidioso Druida que a ellos los manda, para extraer su apetitosa sangre y de ella hacer un hechizo de destierro. A mi parecer, no creo que haga falta mencionar que dicho Druida soy yo y que el conjuro está practicamente terminado; por tanto, más le vale asegurar sus ventanas o en la próxima escapada mosquiteril, habré finalizado el último ritual.
PD: que vá.., el humor no se nota.. xDDDD
Un beso Elvira
Waw, todo un alarde de ingeniosa destreza poética. Por cierto,no sabía que te gustara tanto Oscar Wilde...un tio ingenioso y a su vez un buen manipulador. Nada nada, muy profundo todo. Disfruta de tu sangre hasta que un vampiro microscópico y con alas te la robe ;)
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