25 noviembre, 2010

Despedida de una suicida

Me pierdo. Sí, me pierdo entre la nada, entre las sábanas, entre el tiempo que pasa impertérrito mientras sigo sola y angustiada.

Tengo sed de algo que no está escrito y que no puede escribirse, pues las rocas de la montaña caerían impunes sobre mí. Y tengo miedo. Miedo de mí. Miedo de lo que no puede pasar.

Me proyecto en las imágenes, pero me sigo sintiendo demasiado limpia. Y necesito ensuciarme. Y quitarme la ropa a jirones.

Por favor.

Sáquenme de aquí.

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