12 mayo, 2011

Adultos con relaciones disfuncionales

Sí, veréis, no es un tema que en realidad deba tomarse a cachondeo, pero es que si no lo hago voy a estallar y voy a empezar a descuartizar gente por la calle.


Como buena bloguera, cuando llego a un blog medianamente interesante, ya sea por el humor con el que trata las cosas, por la calidad de lo escrito, porque trate temas que me resultan atractivos… por lo que sea, inspecciono sus listas de blogs que a su vez me llevan a más blogs. Esta es una de las actividades a las que más tiempo dedico cuando enciendo el ordenador. Me gusta ver qué se cuece por Internet.


Bueno, pues ya me ha ocurrido varias veces que llego a unos blogs que si no son para echarse a reír son para echarse a llorar.


A ver, todos conocemos el típico blog escrito por un/a niñatilla/o que se dedica a contar toda su vida en el blog y de la que, si quisiéramos, podríamos averiguar hasta el número de zapato que calza. O peor, el típico blog escrito por y para el amor, de color rosa, lleno de lamentos de amor cuando el objeto de deseo pasa de la autora del blog, de lamentos cuando la relación entre ella y el objeto de deseo es insatisfactoria y de lamentos cuando ella y el objeto de deseo rompen. Y el blog trata de eso, oye. Así de egocéntrica es la gente, que se piensa que es la única que sufre y que su dolor es el más importante del mundo.


Pero claro, si es una niñatilla o un niñatillo, pues se le puede perdonar. Todo el mundo ha sido así alguna vez. Pero claro, no es lo mismo que una persona sea así con 12, que con 14, o con 16 o con 20 o con 24, ¿verdad? Pero ay… ¿y si es así con 30? ¿Y con 36? ¿Y con 40? … ¿y con 50?


Mi pregunta hasta hace relativamente poco era ¿pero, de veras hay gente así? Pues sí, la hay. Increíblemente la hay.


A mí, personalmente, la gente de más de 18 que va lloriqueando por las esquinas me da mucha grima. Pues nada, he encontrado blog de peña de 24/25 que los lees y es que son patéticos. Patéticos. Gente que lloriquea porque no tiene planes un viernes o un sábado. Tío, tía, ¿qué triste eres no? Pues si no tienes planes, te aguantas. Te aguantas. O das clases de habilidades sociales. Pero no me vengas llorando, por favor. Y lo más impresionante, es que son peña que tiene cien, doscientos seguidores… y entonces es cuando ya me entra yuyu. ¿Tanta gente patética hay en el mundo? ¿De verdad? ¿Tanto placer le da a la gente leer las miserias de otros? Y lo peor de todo ¿se sienten identificados? Gente que se frustra a la mínima de cambio, que si se le rompe una uña o pierde las llaves hacen de ello un mundo y se ponen a llorar desconsolados.


Luego hay gente que te cuenta su jodida vida amorosa al mínimo detalle. Peña que con 40 o 45 te dice que está teniendo un lío con un hombre casado, que se va con chavalas de 15 porque las de su edad se las saben todas, que tiene un marido que está mal de la cabeza y te cuenta rigurosamente todos los problemas que tienen en casa, que te cuentan… ¡sus problemas sexuales! ¡que han cogido sífilis al tirarse a un tío que no era su marido! ¡que de tanto follar le ha salido no sé qué en los genitales! … ¡Y la gente lo lee y los sigue como si fueran adeptos de un religión! ¡Flipa!


Gente que expone sus miserias como bragas en un mercadillo. Y la gente los compra. Y se sienten superidentificados. Personalmente yo ya voy por la calle mirando mal a la gente. No puedo evitarlo. No ya porque tengan hongos vaginales o le pongan los cuernos a su mujer, sino porque tienen horchata en las venas.


Y digo, bueno, ¿y las que tienen 22 años y son igual de patéticas que las que te cuentan su vida con 50? ¿Evolucionarán? ¿Terminarán contándote que se les ha hecho un agujero en la almohada cuando se hagan mayores?


La pena es que hay un gran número de blogs que son así en la blogosfera y todos se tienen agregaditos, lamiéndose el culo –con almorranas, según nos cuentan al detalle- mutuamente. Pero cuantísima basura. Deberían tener avisos de que si lees más de dos entradas de un blog así se te gangrena el cerebro y mueres por ataque de estupidez. Claro, entro yo toda inocente y empiezo a leer… y a echar sangre por los ojos. Y te pones nerviosa… ¿dónde está la jodida “x” para cerrar la página? ¿Dónde estáaaa? Pero cuánto horror vacui.


Por favor, si tienen dificultades en sus vidas, háganselo mirar. Vayan a clases de superación personal. A un puto gurú que les diga qué hacer con sus vidas. Vayan al jodido psicólogo. O al psiquiatra, que muchos lo necesitan. Pero no me vengas, pedazo de enfermo mental narcisista y patético, a contarme un montón de problemas más o menos banales, tratando de contarlos con normalidad pero a la vez dándoles una importancia suprema para que vengan tus otros amiguitos débiles mentales a lamerte el culo para que no te sientas tan solo/a...por ahí no paso.


Que no me importan sus vidas. Y si quieren que me importen, son 60 euros la hora. Así de fácil.


4 comentarios:

Henry Stephen dijo...

jajja que bueno!! Yo también me dediqué durante un tiempo en examinar las neuras de la gente. Iba de blog en blog como una abejita hasta que llegué a la misma conclusión. Especialmente, los blogs que hablaban de temas personales son los que más náuseas me daban. Y los que trataban sobre temas amorosos, los que más. No es que yo sea un tipo sin romanticismo y que no crea ya en esas cosas del amor. Pero se llega a una edad en la que se mira hacia atrás y se descubre estupefacto la cantidad de tonterias y las innumerables pérdidas de tiempo que hubieron en su vida por causa de eso de los "romances". Hoy por hoy esa cosa del amor y los amoríos lo veo como una enfermedad, como un subidón de testosterona o dopamina, depende de como, cosa de la biología, de la antropología, de la inevitable necesidad de la especie de encontrar un par con el que fortalecer la estrucutra social y reproducirse. Me escandaliza que aquello que encontraba sublime, supremo, exquisito, no sea más que un arma incoherente del insitinto de superviviencia social. Cuando veo a un grupo de jovenzuelos entrando en una discoteca veo un grupo de monos dispuestos a exhibirse con la finalidad del apareanmiento. Yo fui una vez asi. Pero algo debió cambiar en el camino. Ahora me siento pedante y viejo, subido en un pedestal, sabiendo que el amor es tan asqueroso como bello. Pero en realidad el amor, esa droga que muchos creen realidad, no es más que una pulsión, un instinto de la madre naturaleza con la que nuestra especie trata de hallar una trascendencia inexistente. Y es que somos tan patéticos que, con amor o sin él, la única realidad cierta que tenemos es la muerte.

Henry Stephen dijo...

--- A todos los que tengais facebook os rogamos denunciéis a la red social esta página: Toros para Niños (101)

iñigo dijo...

Buenas,
Yo no veo la palabra amor en el articulo (aunque esté); Yo más bién veo la frase.- Y yo más.- O sea, veo el sentimiento del Egoismo, puro y duro. Y este es el peor sentimiento que tenemos los humanos.

Saludos.

iñigo dijo...

...Y la persona ególatra y el personaje egocéntrico, que aunque parecido no es lo mismo.
O por lo menos me lo parece a mi, jaajaj.
Saludotes.