Hago una llamada a todos los biólogos -y a aquellos filólogos preocupados en llamar a las cosas por su nombre, también- para detener este ultraje a la maravillosa figura de Charles Darwin.
Cuando escucho hablar a la gente que no ha cogido un puto libro de Darwin en su vida hablar de que "hay que ver, estamos en una situación de darwinismo atroz", "esto es puro darwinismo: la supervivencia del más fuerte", "porque con la situación darwinista del país, ya me dirás tú qué vamos a hacer los trabajadores" me entra un arrebato bilioso. Así que lo suelto aquí.
Mi infinito y monumental aprecio por la figura de Charles Darwin, a quien considero uno de los mayores genios de la historia de la humanidad -el que lleve su nombre uno de mis gatos no es casualidad-, y mi eterna manía de llamar a las cosas por su nombre e instar a los demás a que lo hagan, me lleva a escribir esta entrada desde la más absoluta indignación.
Primero, porque veo que el nombre de Darwin queda irremediablemente asociado a la situación calamitosa que vivimos a escala mundial y no precisamente para bien. Como si Darwin estuviera a favor de la voracidad y la avaricia de unos pocos y su única respuesta fuera: ah, se siente, así es la vida.
Y segundo, porque hablar de "darwinismo socioeconómico" indica que el que lo dice no ha cogido un libro de Darwin en la vida y no tiene ni idea de sus teorías.
Erróneamente se le suele atribuir a Darwin la frase de "el más fuerte es el que sobrevive". MAL.
Para empezar, quien dijo eso no fue Darwin, y encima, esa frase que no dijo Darwin no dice eso. Crimen doble.
Señores míos, Darwin no se pasó todo el libro de El origen de las especies contándonos sus hallazgos de similitudes anatómicas entre los cientos y cientos de especies que vio a lo largo de sus expediciones para que llegue el primer ignorante de turno y lo resuma como "darwinismo o la supervivencia del más fuerte". NO, tío, NO. Darwin se pasó todo el libro contándonos las similitudes entre lagartos y pájaros, de donde si acaso se deducía que los seres vivos QUE MEJOR SE ADAPTAN A LAS CONDICIONES AMBIENTALES -no necesariamente los más fuertes- son los que logran sobrevivir, porque al vivir conseguían reproducirse y traspasar esas características -Darwin no conocía la existencia de los genes en esa época, Mendel y los guisantes vinieron después- a su descendencia. Y de todos modos, eso no garantiza la supervivencia permanente, porque si las situaciones cambian y las ventajas adaptativas antes eran "a" y ahora son "b", aquellos cuya ventaja adaptativa sea la"a" y no la "b" corren el riesgo de irse al carajo. Pero todo esto es leer por encima, es sacar conclusiones que no vienen del todo explícitas porque Darwin no se metió en esos fregaos. Bastante tenía el pobre con los eclesiásticos de turno diciéndole que cómo narices iba a decir que el ser humano era el resultado de un proceso de evolución y no habíamos aparecido así tal cual en el mundo, que cómo no éramos perfectos ni podríamos serlo nunca -pues en la evolución nunca hay nada definitivo, a menos que todo el planeta implosione y se cargue a todas las especies con él. Sin especies no hay nada que evolucione- y que eso contradecía a la Biblia -y a los tebeos de Spiderman, por ejemplo-. Darwin era curioso por naturaleza, lúcido en sus conclusiones y tenía un par. Así que un poco de respeto.
Una vez limpio el nombre de Darwin, me gustaría aclarar que la frase original es de Herbet Spencer y éste hablaba de "la supervivencia del más apto". Nada del más fuerte. Spencer, que entre otras cosas era sociólogo, escribía tratados que tenían que ver con la economía, las sociedades, psicología de masas etc. etc. Y como Spencer estuvo influído no por Darwin -aunque conocía sus tratados- sino por Lamarck, para terminar de arreglar el entuerto vino un traductor gracioso -a los malos traductores habría que condenarlos por crímenes contra la humanidad- y tradujo la frase de Spencer como "el más fuerte es el que sobrevive". Hala, ya está.
Mezclamos eso con ignorancia, asociamos economía y biología, batimos bien todo lo que dijeron los autores... y voilà, se acuña el término de Darwinismo social y/o socioeconómico. Tócate los huevos.
Estoy segura de que si Darwin deambulara por estos lares a día de hoy nos diría:
1. Que sus teorías tenían que ver con la naturaleza y la biología, no con la economía.
2. Que sus hallazgos hablaban de especies, no de individuos.
3. Que no le gusta ver su nombre y su teoría en boca de ignorantes, tratándolo como a un defensor del capitalismo radical y la avaricia desmedida porque eso tiene "una excusa natural". De hecho, Darwin era un hombre muy ético a pesar de la época en la que vivía. Cosa que Spencer, por cierto, no puede decir.
4. Que el hecho es que sobrevive el que mejor se adapta, y que esto que estamos haciendo de consumir recursos a lo bestia como si no hubiera mañana es una estrategia adaptativa de mierda. Es más, es una estrategia completamente desadaptativa, que eso lo saben hasta los animalitos más básicos, hostia. Y que, por lo tanto, si seguimos así no vamos a sobrevivir, tan guays que nos creemos -y lo que es peor, vamos a arrastrar al abismo a un montón de especies que no tienen culpa de que no sepamos usar bien nuestro cerebro-.
5. Que la violencia a la que estamos siendo sometidos por parte de nuestros dirigentes es perfectamente rebatible si sabemos actuar con inteligencia, que para ello se supone que tenemos esa ventaja adaptativa frente a otros animales -aunque esto yo no lo tengo claro del todo-.
SOBREVIVE EL QUE MEJOR SE ADAPTA, NO NECESARIAMENTE EL MÁS FUERTE.
EL DARWINISMO SOCIAL NO EXISTE.
Existen unos cuántos cabrones tratando de joder al resto de la humanidad.
Pero eso se llama hijoputismo y política del sálvese quién pueda.
Y, sinceramente, veo mucha mala leche en eso de asociar a Darwin con todo esto. Una forma de desprestigiarlo, una oportunidad de la que, probablemente, la religión eche mano si es lo suficientemente lista ya que si el darwinismo es atroz, la fe es la salvación y el país de la piruleta, ¿no?
Nada más que añadir.
5 comentarios:
Y que venga Dios y diga lo contrario. Ah no, que lo mató Nietzsche ;)
Gran entrada. ¡Me la llevo!
Estupenda entrada Elvira.
Además de la adaptación al medio a través de la genética, el homo sapiens es la única especie que es capaz de adaptar el medio a sus necesidades, lo que pasa es que el medio es finito y el sapiens actúa como si no lo supiera...
Gracias por divulgar lo que escribo, Darío. Sé que no todo es bueno, pero las veces que creo doy en el clavo es muy agradable obtener reconocimiento, aunque sea a pequeña escala.
Gracias Josefo. Eres mi comentarista más asiduo. Quiero que sepas que lo valoro, cuando el email me comunica que tengo un comentario en una entrada nueva suelo pensar: a ver qué me dice Josefo :P
Un beso, chicos.
Pues créeme que has dado en el clavo esta vez. Un texto sencillo, conciso y con buenos argumentos, mis respetos.
Y sí... es lamentable como la gran mayoría, en su ignorancia o en sus "momentos de intelectuales de 3 céntimos" crean términos nuevos sin tener la más mínima noción del origen de los mismos. En fin...
PD: Opino lo mismo de los traductores, que como universitario es la muerte cuando un libro viene mal traducido jajajaja! No es que sea malo pero la situación me obliga a considerar aprender un tercero, e incluso cuarto idioma...
Saludos!
Es doloroso ver como intelectuales exactamente lúcidos en sus campos de pensamiento meten la gamba usando préstamos de otros campos que ellos creen pertinentes, pero a los que mancillan con su ignorancia. Carlos Taibo, un autor al que sigo en la mayoría de sus análisis políticos usa pertinazmente el conjunto “darwinismo social militarizado” para definir la esencia del capitalismo más feroz confundiendo confusiones o infusiones de hierbas aromáticas conceptuales demasiado alegremente. Spencer, Darwin y Hiter en la misma marmita...
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