01 enero, 2009

Cada fin de año me ocurre igual.
Nunca pienso en el año que viene,
sino en el que se va.


Pero el tiempo no existe,
¿qué más dará?

Si lo único certero
es que estamos cada vez
más cerca de la muerte...




Nada como un poco de pesimismo para empezar el año.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay por que pensar en el año que viene y tampoco en el que se va, simplemente de ese quedan los recuerdos, para bien o para mal, y del que viene... pues mejor dejar que fluya todo, sin pesimismo ni optimismo, y lo que tenga que ocurrir ocurrirá (para bien o para mal tambien)

Anónimo dijo...

Y lo que tenga que ocurrir, que ocurra dices...Pero crees eso por que no vas a pararte a utilizar la razón demasiado, tal no es por supuesto ninguna novedad. Aun así, quieras o no, la pequeña porción de humano que de la mayoría gozáis va a intentar presagiar lo que pueda acontecer. Dado esto, es preferible que no profiráis palabras de ánimo indistintamente de cual sea el problema que causa el dolor, pues esos mensajes caen en cierto modo en la monotonía, y si tomamos como referencia el comentario fraccionado para estudiarlo de un modo adecuado, se comprueba que repite la misma idea frase tras frase. Un pensamiento profundo puede ser bonito expresado con diferentes fórmulas, puesto que con cada una, podemos quizás dilucidar un matiz que no lograbamos aprehender con otras palabras; pero decir, al fin y al cabo, con diferentes sinónimos lo mismo, hace caer el comentario en la vulgaridad.
No más

Joaquín Jesús dijo...

Creo que es un buen momento para poner este poema aquí:

"Destruye, rómpelo todo, quema la ciudad
pues no tienes nada y nunca lo tendrás.
Las utopías se las quedaron los líderes
las ilusiones se han muerto
el amor es una mentira
y el sexo un frustración.

Destruye, rómpelo todo, quema la ciudad
pues no tienes nada y nunca lo tendrás
a ti solamente te queda la soledad
que nunca te abandonará.
¿Qué te importa la ley y la justicia
el dinero y la fama
si siempre estarás solo?

Te engañarán, te dirán que la vida es hermosa,
que el amor existe, que el dinero da la felicidad, que todo se arreglará;
pero comprenderás que todo es mentira
que no tienes nada y nunca lo tendrás
que estás solo y siempre lo estarás.
Los dioses y los gurús no existen
los profetas y los líderes son de cartón.

Destruye, rómpelo todo, quema la ciudad.
Que todos sepan que sabes la verdad,
que nadie te engañará nunca
porque sabes que al final lo único que tendrás es la muerte."

Juan José Fernández, 1978

Me parece sublime, ¿qué dicen ustedes?

Echos of a dream dijo...

Ah... Joaquin Jesús...

Que grande fué aquella...

Respecto al fin de año... Considero necesario contabilizar el tiempo... Pero celebrarlo... Creo que es una hipocresia hacia el si mismo...

El eterno deseo del no sentirse insignificante...

Unknown dijo...

Ay... Me río yo de las grandes gestas cuando recuerdo ese gran momento...

¡Quema la ciudad!