El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu.
Si lo intentas, a menudo estarás solo y a veces asustado.
Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.
30 mayo, 2012
Analizando a los internautas del blog
Homenaje a mi familia no humana
Miau, eres un gato como yo,
te reconocería en cualquier parte.
El hocico blanco, el pijama
naranja de rayas
y tus ojos dorados.
Mi más antiguo compañero
y el más niño de esta casa.
Miiu, tú eres un gato albino
de ojos ahora azul celeste,
ahora azul eléctrico;
parecerías un fantasma
si no fuera porque no das miedo.
Eres sinónimo de elegancia.
Mrau, que dice la princeza,
y sus ojos amarillos brillan silvestres
mientras a la luz del día se despereza.
Eres un torbellino,
eres un huracán en femenino
y una bicolor jovenzuela.

Meu, tú eres un gato un poco raro,
no te termino de ubicar,
con esas orejas tan largas
y ese hocico tan pequeño.
Pareces una bola de pelo
¿a qué especie pertenecerás?

Meoaw, tiene pico y plumas,
una capucha negra de superhéroe.
Siempre es el alma de la fiesta,
un experimentado aventurero,
un ruidoso insoportable
que siempre quiere volar
desde tu mano a tu sombrero.
Mau, esa eres tú, rubia extraña,
que me alimenta y me da los buenos días
por la mañana.

Prométeme que seré yo
no al único que ames,
pero sí tu favorito.
No puedo competir con cada bicho
que metes en mi casa.
Pero yo fui el primero, tu gato negro,
el de los ojos esmeralda.
Bastará con que te sientes a mi lado
cuando sienta la nostalgia,
con que me beses de manera diferente.
Somos tu familia,
tus aliados de por vida,
te daremos mucho trabajo
¡pero qué narices!
sarna con gusto no pica.
27 mayo, 2012
Muy joven e ingenua*
26 mayo, 2012
Yendo río abajo...
22 mayo, 2012
Huelga en Educación #22M

21 mayo, 2012
Sobre la comunicación
19 mayo, 2012
El silencioso potencial de una semilla

Vivo en una maceta,
bonita pero estrecha.
Estiro mis hojas al sol,
humedezco mi tierra seca
con gotas de lluvia
que caen en primavera.
Agradezco este viento,
esta noche que no llega
pronto, y tarde se marcha.
Mis raíces en cambio
son otra historia.
Están enredadas,
constreñidas en esta maceta
que no crece conmigo,
que empobrece el oxígeno
y acumula la escarcha.
No doy flores desde hace tiempo
como un cactus seco del desierto;
pero yo no soy un cactus,
soy un miramelindo
y tengo mi tallo amarillo,
desecado por el sol.
El día menos pensado,
mis raíces romperán esta jaula
que me apresa, y una grieta
aparecerá entre la cerámica
y la pintura, que me abrirá
las puertas de mi crecimiento.
Y será como en los viejos prados,
será como en las pardas cumbres,
viviré libre y salvaje
lejos de todo molde
que me diga cómo debo ser.
Soy un miramelindo silvestre,
nací para extender mis raíces
por la tierra, nutrirme de ella
y a ella volver.
Pero hasta ese día debo crecer,
aprender a estirar las hojas
hacia un cielo que no termina,
hacia un prisma infinito
de vientos y brisas.
Hacerle cosquillas en la nariz
a un conejo, a un zorro que pase por mi lado,
dejar que aprecie la belleza de mis flores
cualquier enamorado.
Y vivir sin tiestos, agarrado a tierra firme
ofreciendo mis sueños
a cualquier transeúnte.
Que me mires, reconozcas
y pienses: eso no es un miramelindo común,
es un miramelindo silvestre.
17 mayo, 2012
Cortometraje real: atrapada por un yonqui
El otro día estaba esperando el metro, miré el reloj y quedaban chorrocientos minutos para que viniera el próximo, así que me armé de paciencia y me apoyé como pude en una de las paredes del metro para no caer fulminada al suelo -tenía un cansancio de mil pares de narices porque llevaba todo el día corriendo por la ciudad en tacones-.
En esto que estaba ocupada en bombear sangre del corazón a la cabeza, cuando veo pasar un yonqui con una bicicleta -tengo un yonqui-radar excelente gracias a mi padre, que me enseñó de pequeña a detectarlos aunque por aquel entonces no tuviera ni idea de lo que era un yonqui-. Total, que el tío me mira de arriba a abajo y se para a unos metros de mí. Yo paso de él -no por ser yonqui, sino porque paso de la gente de la calle en general, y de la gente que me mira de arriba a abajo en concreto-, y trato de hacerme la invisible.
De pronto, el hombre se acerca un poco y me hace la clásica pregunta:
-¿Tienes fuego?
Le miro como si acabara de descubrir una nueva forma de vida y le respondo educadamente:
-No, lo siento, no fumo.
-Ah, vale.
El tío entonces se aleja un poco con la bici y yo respiro de nuevo, porque no hay cosa que me desagrade más que un extraño que se acerque para ligar conmigo y encima de una forma tan tópica.
Total, que vuelvo a meterme en mis pensamientos y al minuto o así, el hombre se me vuelve a acercar y me pregunta:
-¿Tienes hora?
Nooooooo por quéeeee... calma, calma, a lo mejor es que simplemente es idiota o todavía le duran algunos efectos de la heroína, no se centra y no sabe que hay tres relojes en el metro. No seas malpensada, no quiere ligar contigo...
-Sí, son las xx:xx
-Ah, vale.
-Lo pone ahí -y le señalo el reloj.
-Ah...
El tío se planta a dos metros de mí y me mira.
Mierda, va a sacar las armas.
Mi mente, que a veces es una cabrona, de pronto me recuerda que esta situación parece un documental. Casi escucho la voz del comentarista de los documentales de naturaleza de la 2: El macho ha visto a una hembra joven que parece disponible, de modo que comienza su ritual de cortejo estandarizado, basado en una serie de sonidos interrogativos que los machos suelen iniciar para establecer un primer contacto...
Se me escapa una sonrisa, claro, porque la situación es del todo ridícula, yo estoy muerta de cansancio, tengo un yonqui plantado delante y para colmo estoy escuchando la voz del comentarista de la 2. El tío se percata de ello -de la sonrisa, no de mis delirios mentales- y, oh, error, parece creer que le doy vía libre. Voy a demandar a RTVE...
-¿Tú sabes el lenguaje de los sordos?
Claro, me suelta esto y me deja fría, aunque por otro lado es una pregunta bastante más original que las dos anteriores.
-No -le digo, sin saber si va a seguir dándome coba o si me va a pedir ayuda económica para su centro de yonquis discapacitados.
-Pues yo sí -me dice lleno de orgullo, y esboza una sonrisa idiota.
-Qué bien -digo para zanjar el tema y miro hacia otro lado.
En esto que aparece el segurata y el encargado del metro, que parece que están al loro de lo que pasa con el yonqui. Yo les miro de reojo pensando que al menos, si el tío se pone pesado, ellos pueden intervenir. Que no digo que yo no sepa usar mis tacones como es debido, para eso los llevo, pero en una situación violenta llevo claramente las de perder.
-¿Cómo te llamas? -me pregunta el yonqui sin cortarse un pelo.
Mierda, mierda, a ver... ¿qué le digo? Si no le respondo o le digo que no le importa, a lo mejor se pone más pesado todavía... a ver, diplomacia, si le digo un nombre quizás me deje tranquila. A ver, nombre de mujer por defecto... dilo con seguridad, como si fuera tuyo...
-María -superconvencida, claro que sí.
-¿Cómo? ¿Luisa? -se está haciendo el sordo y lo sé, para tener la excusa de acercarse más a mí. Está claro que aunque ese tío supiera de verdad el lenguaje de signos, no es sordo, porque los sordos son personas sensibles que agudizan otros sentidos y se dan cuenta de cuando molestan a alguien.
-Sí, Luisa... -digo con sorna, para que el tío recoja velas.
-¿Mari Carmen? -me pregunta, haciéndose el gracioso mientras se acerca.
-Sí, Mari Carmen, por ejemplo -digo en alto con un tono de “me estás poniendo de mala leche”.
El tío se para, porque obviamente nota que yo no estoy por la labor, así que saca su vena poética para encandilarme:
-Tienes una cara que voy a grabarme en el corazón durante 300 noches. Tú te irás, pero el que está aquí pensará en ti durante 300 noches.
Genial, ahora trata de imitar a Sabina... aggghh... Si no estuviera tan cansada a lo mejor me iba a otro sitio donde el pesado no me moleste. Pero estoy destrozada, llevo despierta desde las siete de la mañana, cada paso que doy es un dolor, estoy muerta de calor y como ese tío me busque las cosquillas me voy a poner de una mala leche increíble... que venga ya el metro, por favor...
En serio ¿a algún hombre el decirle cosas así a una mujer le funciona? Porque si lo hace es que, efectivamente, hay mujeres que directamente son gilipollas. Y digo yo, que si todavía hay hombres que lo usan es porque alguna vez les funcionará. O quizá no, simplemente hay hombres que repiten un esquema hasta la saciedad aunque no les funcione. A saber la de mujeres que este tío en concreto lleva a día de hoy “grabadas en el corazón” durante 300 noches, tiene que tener un corazón más multitudinario que el desfile del orgullo gay...
El yonqui sigue con su retahíla a pesar de que estoy mirando hacia otro lado:
-Con esos ojos encandilarías a cualquiera...
Miro al segurata y al encargado suplicante, a la espera de que se acerquen y le digan al yonqui algo así como: disculpe caballero, está molestando a la señorita. ¿En qué mundo vivo? Al mirarlos, me los encuentro mirándome las piernas fijamente. Genial. Estoy atrapada en un triángulo de babosos donde no sé si es peor lo que está pensando el yonqui o uno de ellos. Esto es España, donde los encargados de protegerme son los primeros que me violarían. No me va a ayudar nadie con el tío pesado. O salgo sola de aquí o salgo sola.
-¿Ese quién es? ¿Tu consorte? -me sigue preguntando el yonqui, refiriéndose al de seguridad.
-No -se me ha dibujado una sonrisa sarcástica de la hostia.
-Pues no deja de mirarte... desde que ha llegado no te ha quitado los ojos de encima.
-Ya me he dado cuenta -digo mirando al de seguridad con cabreo. El de seguridad se pone colorado, no sabe donde meterse y finge iniciar una conversación con el encargado.
-Chiquilla... -sigue el tío desesperado por captar mi atención- chiquilla...
Lo que faltaba ya. Chiquilla. Mujeres del mundo, cuando un tío que te asalta por la calle sin conocerte de nada te llama chiquilla, es porque cree que tiene el terreno ganado. Usa “chiquilla” o “niña” para que veas que estás en situación de desventaja, que el que maneja la sartén por el mango es él. Al fin y al cabo, tú solo eres una chiquilla... aunque tengas sesenta años.
-Chiquilla, pero cómo no vas a llamar la atención con ese pelo, esos ojos, ese bolsito, esos zapatos... Aunque claro... -de pronto se le pone una mirada aviesa- estarías mejor sin el bolso... sin los zapatos... sin ropa...
Mientras va diciendo eso, a mí se me va poniendo cara de pocos amigos paulatinamente hasta que siento como estalla la furia. Ya está, lo ha conseguido, he intentado ser diplomática pero no, está visto que con los imbéciles hay que ser borde desde el principio o se pasan tres pueblos. No voy a permitir que un tío cualquiera me desnude con la mirada.
-Mire, déjeme en paz. Estoy harta. Deje de molestarme de una vez.
-¿No me vas a dar tu teléfono?
-Más quisieras. Déjame en paz y vete.
El tío me mira con intensidad, como si no se creyera que lo estoy rechazando -menuda autoestima tiene-, pero finalmente se da por vencido y se aleja.
Al cabo de un par de minutos el metro llega. Espero a que entre él primero y luego busco el punto del vagón más alejado.
Moraleja:
Quizá no sea mala idea amenazar a la primera de cambio con spray de pimienta. A lo mejor es que mi educación está completamente trasnochada y tengo que empezar a escupir y a mandar a la mierda con todas las letras a cualquiera que me pregunte la hora. Joder. No se puede ser una ciudadana educada en este país.
14 mayo, 2012
22 años y un día
12 mayo, 2012
Hoy es un día especial 12M15M
Desencuentro
Doce espadas me aguardan
entre la ropa,
para hacerme sangrar
a la mínima.
Soy tierra estéril
fértil de ideas
y desencanto.
Chispa dormida en el pecho
a punto de estallar.
Aliento insurrecto
de una nación dormida.
Corazón rojo,
labios rojos,
besos mortuorios,
sexo solitario.
Déjame fumar y seré libre
como a los quince,
cuando elegía la muerte
a sabiendas.
Me desnudo
vulnerable ante el espejo
ante los retos del futuro.
Me quema
me llueve solitaria
como el miedo.
Hoguera eterna.
Vuelvo al bosque
de sábanas heladas
y me pierdo
agarrada a una almohada
que no eres tú.
La noche se alza ante mí
y me sujetan las estrellas.
El alcohol me arde en las arterias,
me abrasa.
Y duermo pacífica,
trabajo soñando
en una vida plena
de rescates azules.
Y tú, y tú
me bajas garganta abajo
como el café,
como la espuma.
10 mayo, 2012
El mito de las dos Españas*
*Se me pidió una entrada acerca de que los jóvenes de ahora no nos sentimos identificados con el tema de las dos Españas, que eso es algo del pasado que nada tiene que ver con nosotros. He aquí la entrada que he hecho sobre ello. Además, así aprovecho y lo entrego en las jornadas marxistas, ya que se nos ha pedido que hagamos un ensayo de tema político.
Nací en 1990 en Asturias, en el seno de la mal llamada democracia. Crecí sin que me faltara de nada, en un ambiente que, sin ser opulento, califico de abundante.
Recuerdo conversaciones que tenía con mis amigos, con mis compañeros de clase, en plena adolescencia. Estábamos descubriendo el mundo y por supuesto, la política formaba parte de él. Sin embargo, ninguno de nosotros tenía otra cosa clara de la política aparte del hecho de que era un rollo. Por aquel entonces no comprendíamos el alcance de lo que esta esfera significaba en nuestra vida cotidiana. Había cosas mucho más interesantes que hacer en esos días: ir al cine, salir de marcha, conseguir el número de móvil de aquella persona que nos gustaba...
A pesar de ello, como nuestras charlas eran muchas, no pudimos evitar que saliera a colación en más de una ocasión el tema de las dos Españas algo que, debido a nuestras paupérrimas clases de Historia en cuestión de información y a que en nuestras casas no se hablaba sobre ello, no sólo nos chocaba, sino que veíamos como algo muy lejano.
Para nosotros las dos Españas era un mero tema político que el patético bipartidismo español se lanzaba a la cara a la mínima de cambio. ¿Dos Españas? ¿Qué era eso? ¿No se había olvidado todo con la Transición? ¿A qué venía? Nosotros éramos hijos de la democracia y remover cosas que no entendíamos nos hacía sentir inseguros, por lo tanto, preferíamos no hablar de ello.
Era una opinión prácticamente unánime el pensar que nosotros habíamos superado esa etapa y que ahora tocaba centrarnos en el Estado de Bienestar, el lugar donde llevábamos viviendo toda nuestra vida.
Por afán de aprender, servidora se empezó a informar sobre el tema en cuestión porque en parte sentía curiosidad y porque en parte tenía familia de una de esas dos Españas que tenía mucho que decir. Yo sólo tenía una vaga idea de que la dictadura había sido horrible, pero no entendía ni cómo ni por qué se había desarrollado todo aquello. Hay una cita por ahí cargada de razón que dice que si no conoces tu Historia, estás condenado a repetirla. Creo que parte de lo que está ocurriendo en nuestro país, a día de hoy, es debido a ello.
Formo parte de una generación que sabe muchas cosas, pero que no entiende nada. Vivimos en la era de la información, somos los españoles más preparados de la Historia... pero vamos a repetir, error por error -si no somos inteligentes, claro- lo que pasó en los años treinta. En mi opinión hay una ruptura clara entre nosotros y aquellas personas que vivieron las dos Españas en su propia piel. Debido a que no es un tema agradable, debido a que hay muchas heridas que siguen sangrando y es doloroso hablar de ello, debido a que aún hay personas que tienen miedo de hablar de todo aquello por la fuerte represión, debido a que nuestros mayores han confiado en que fueran los libros y no ellos quienes nos contaran lo ocurrido, mi generación ha perdido el conocimiento que la tradición oral podría haberle otorgado. Y nos hemos quedado, de alguna forma, huérfanos de Historia -y, por lo tanto, de héroes como modelo a seguir-.
Sin embargo, a pesar de todo, hay quien no olvida y no sólo eso, sino que además ha transmitido su ideología paso por paso a su descendencia. ¿Y quién tendría tanto interés en que la tradición perviva, en que un sistema injusto como es el actual se siga manteniendo? Ésa es la burguesía española.
La derecha, que debe a la ignorancia del pueblo su continuidad, se ha asegurado muy bien de transmitir a sus vástagos las formas de opresión necesarias para pervivir y el sentimiento de odio hacia aquellos que no son sus semejantes.
La izquierda se ha visto abandonada no sólo porque quienes creían en ella han mantenido su silencio, sino porque además, en el símil de democracia actual no hay cabida para un verdadero partido mayoritario de izquierda. Los que se declaraban marxistas ya no lo son tanto y donde dije digo, digo Diego. La población que deseaba una sociedad más justa, donde el pueblo gobernara para el pueblo, se ha visto profundamente decepcionada por algunos partidos que no han sido fieles a la supuesta ideología que defendían. Empero, la derecha se ha mantenido cual garrapata anclada a su ideal.
De este modo, a día de hoy, tenemos una burguesía que sigue siendo tan fuerte como lo era hace ochenta años, con el agravante de que quienes pueden pararle los pies están tan imbuidos en la ignorancia que el propio sistema educativo ha mantenido sobre sus conciencias, que muchos congéneres míos siguen dormidos. Ahora mismo están deseando que la crisis pase, como si fuera una tormenta incontrolable y no hubiera unos claros responsables de la situación de desamparo y pobreza en la que la ciudadanía se va hundiendo poco a poco.
Necesitamos despertar. Necesitamos que el pueblo proclame no sólo las injusticias que el sistema perpetra contra la ciudadanía en la actualidad, sino aquellas que ya padeció en su momento y que tienen un claro riesgo de volver a repetirse.
El supuesto mito de las dos Españas, no sólo no es un mito, sino que es una realidad tangible aquí, ahora. A mí no me gusta definirlo como “de las dos Españas”, porque parecería que simplemente nos dividen dos visiones de la vida éticamente aceptables por igual, como si el rojo y el azul fueran meros colores aleatorios sin ser ninguno mejor o peor, como si ambos tuvieran el mismo sentido de justicia.
La nuestra es una Historia de opresores y oprimidos, de burgueses que se nutren de la sangre del pueblo de forma literal y a cualquier precio. Es una Historia de reyes, de Grandes de España, de caciques y señoritos que parasitan a millones de personas. Es una Historia de matar al que tienes en frente si hace falta con tal de perpetuar el sistema, de aplastar de un golpe -de Estado, militar, cuya consecuencia fue una dictadura criminal- la voluntad de todo un país en defensa de los intereses de unos pocos.
A veces, ser imparcial o indiferente significa ser cómplice aunque sea de forma inconsciente.
Si quieren mi opinión, España sólo hay una y será lo que los trabajadores queramos que sea a base de sacrificio, lucha y esfuerzo... o no será.
07 mayo, 2012
Reflexiones personales, provocadas por la puesta de sol y las jornadas marxistas
Mi pasión por las fieras
06 mayo, 2012
Corto-metraje
Cortas.
Cortas.
Me cortas,
me detengo.
Se acortan
tus pasos
por el suelo.
Recortas
mi esperanza
y mis sueños.
Corta,
corta
como la mujer
del peluquero.
Me ato en corto
como el corzo,
como el perro.
Corto,
corto
el presidente.
Fin del film
de la escena
de las letras,
fin del tiempo.
Cortos,
cortos
los cafés
y los minutos
por el frío,
por la sed;
como en tus labios
como en los míos.
Cambio...
y corto.