02 septiembre, 2012

Personulidad


Quizá te extrañe esta forma mía de actuar

es como si perdiera el rumbo cada vez que me vuelvo a encontrar

como si una desquiciada agarrara el timón de mi mente muy fuerte

y condujera el barco hacia un naufragio seguro sin decir a dónde va.


Tal vez siempre he sido así, de una inestabilidad sorprendentemente estable,

casi nunca cambiante, una entropía recurrente en el discurrir de mis días

no sé cómo lo consigo para que la fortuna me sonría,

he visto nitroglicerina mucho más segura que la chica aquí presente

y con bastante menos peligro.


Lo único que permanece es esta búsqueda inconstante

de algo que no logro recordar haber perdido antes,

es emocionante no saber si lo que estoy buscando son un par de guantes

o tal vez la sombra que ofrecen las alas de un sombrero.

Da igual, sea como fuere siempre es como buscar dentro de mi maletero,

termino con frecuencia confundiendo la botella de agua y la de refrigerante,

como si fuera una tarea que no hubiera hecho nunca antes.


Un buen día amanezco alegre y, sin motivo aparente,

a los cinco minutos ya estoy llorando y sufriendo como nadie,

no sé hacerlo y mejorar,

siempre habrá alguien que lo intente y consiga en las primeras veces,

lo mío es más de levantarme para volver a caerme

y así continuar.


No te sorprendas si un día me encuentras debajo de un puente

rodeada de gatos y el futuro hecho añicos

siempre he sido más de vivir el presente

y si veo una lata de soda, la cojo y la agito

y digo que esa soy yo,

que de tanta contención un día saldré con la fuerza de un torrente

y lo que me lleve por delante tal vez se arregle o tal vez no.


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