28 abril, 2011

Anhelos

Subirse los tirantes del vestido suavemente

un golpe de carmín en los labios,

una leve pasada del cepillo por los cabellos dorados

y lanzarse a la noche.

Beber hasta caer rendida,

probar la comodidad de un cuarto de baño

junto a un hombre que la quiera para una sola noche.

Bailar, hacer volar su falda al viento

y resonar los tacones en el escenario.

Repasarse el rouge frente al espejo del baño.

Dejar las palabras para luego,

y el amor, la casa compartida, los gatos negros.

Alargar las manos hacia Eros,

yacer con él toda la noche

y despertarse por la mañana sin saber siquiera su nombre.


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