Subirse los tirantes del vestido suavemente
un golpe de carmín en los labios,
una leve pasada del cepillo por los cabellos dorados
y lanzarse a la noche.
Beber hasta caer rendida,
probar la comodidad de un cuarto de baño
junto a un hombre que la quiera para una sola noche.
Bailar, hacer volar su falda al viento
y resonar los tacones en el escenario.
Repasarse el rouge frente al espejo del baño.
Dejar las palabras para luego,
y el amor, la casa compartida, los gatos negros.
Alargar las manos hacia Eros,
yacer con él toda la noche
y despertarse por la mañana sin saber siquiera su nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario