23 junio, 2011

La entrada 400*


Se despiertan viejas pasiones y tú no te encuentras entre ellas.

Qué lento se despereza el tiempo, como una libélula amarilla

que tarda en expirar.

Se agota el café en mi taza y las lágrimas se secan

más pronto que tarde.

Más rápido se consumen las olas contra las rocas

que tu saliva en mi garganta

o el azufre del cenicero.


*Esta es la entrada 400. No es que sea importante, sólo es un dato.

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