Hay que eliminar todo aquello que entorpezca la comunicación. A veces, sobran las florituras, las piruetas, los términos rimbombantes en el lenguaje oral.
En el lenguaje escrito sobra todo aquello que sobrecargue la visión del lector. Las palabras, las letras, deben fluir sin tropiezos, unas detrás de las otras sin atacar en ningún momento la visión ni el buen gusto de quien las lee.
En ocasiones, el lenguaje se vuelve tosco a la hora de comunicar. Hay veces en las que el lenguaje es completamente innecesario y sólo entorpece la comunicación. Prueba de ello es que las emociones más significativas suelen transmitirse sin necesidad de palabras.
1 comentario:
Claro que sí. Comunicar es algo más que hablar o escribir y no siempre hablar o escribir es comunicar...
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