20 julio, 2012

Climatología adversa


Echo de menos el paraguas

para caminar bajo la lluvia

y girar, dando vueltas

bajo el cielo arrancando

la última gota que se prenda

en mi vestido con los labios.


Qué más da, una mañana cualquiera

y la casa se cae a pedazos.

Así son los despertares grises,

sola y desnuda,

tejiendo entre las manos

mis catástrofes cotidianas.



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