El café se quema despacio
y sale a borbotones por la válvula de escape,
me atraganto con lo que guardo en la nevera
y voy rápidamente a quitarlo del fuego
sin protección, para quemarme.
Ha salido aguado y amargo
y tengo quemaduras de tercer grado en una mano.
Qué le voy a hacer, ya lo sabes,
sabes que soy un desastre.
Las pelusas se arremolinan en los rincones
se partió el mango de mi escoba,
tienen el tamaño de dragones
y más hambre que una loba.
Me van a devorar,
esperan su turno escuchando canciones
y cuando llegue el final
no quedará de mí más que mis pantalones.
Pálida y ojerosa, estoy para el arrastre.
Qué le voy a hacer, ya lo sabes,
sabes que soy un desastre.
Ya lo decía mi madre,
a la ensalada no se le echa tanto vinagre,
de tanta acidez me convertiré en una naranja
para hacerme zumo cuando por las noches tengas sed
y pierda la dulzura cuando descubra
que en un descuido,
se me ha caído un gato por la ventana.
Ni de mimbre ni de plata,
tengo el corazón de hojalata
y mis ideas son de alambre,
flexibles y moldeables
para que el día que se partan
pueda decir que al menos lo intenté,
que no soy corriente aunque dé calambre
y electrocute en un descuido al dios de los altares.
Qué le voy a hacer, ya lo sabes,
sabes que soy un desastre.
No me importaría que fueras tú
mi monstruo del armario
y que fueras mi guardián
ante las cosas que hacen daño.
Cuando crezcan los problemas
me esconderé en mi refugio
y cuando encienda la luz
ellos se habrán marchado
y sólo quedarás tú en la oscuridad.
Fui hija única hasta los diez,
eso es algo que me ha marcado,
por eso tengo tantas ganas de pasar sola el verano
y me lo notan hasta mis padres.
Me encerrarán bajo llave,
una chica no debe comportarse así,
en qué estarían pensando cuando dejaron sus libros a mi alcance,
ahora tengo ideas fértiles y peligrosas
como el polen de los estambres.
A lo mejor robo un banco y después de contar hasta mil
tiene que venir a sacarme un amigo de la cárcel.
No te sorprendas si algún día te llama la policía
para que vengas a buscarme.
Qué le voy a hacer, ya lo sabes,
sabes que soy un desastre.
.
Voy acabando mi café quemado,
hace días terminé el tabaco, hace eones,
y ahora tengo cafeína en vena para parar un tren.
No tengas miedo si descubres que me he marchado
tarde o temprano volveré
como los treinta grados del verano.
No me importaría que fueras tú
mi monstruo del armario
y que fueras mi guardián
ante las cosas que hacen daño.
Cuando crezcan los problemas
me esconderé en mi refugio
y cuando encienda la luz
ellos se habrán marchado
y sólo quedarás tú en la oscuridad.
Cuando nos polaricemos
y nos convirtamos en imanes
a lo mejor descubro que no quiero separarme de tu lado
y quizá harás bien en asustarte.
Qué le voy a hacer, ya lo sabes,
sabes que soy un desastre.
1 comentario:
Nice.
gg
Fuera de bromas, este ha equilibrado la calidad de tu blog :P
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