Enciendo una cerilla
contra el fósforo de tu corazón.
Apenas brota una leve chispa
y ya me ahogo como ella
en lo gris de tus entrañas.
Como esta música que me acompaña
yo soy azul, una breve risa
se me escapa de mis alforjas
en silencio y qué vas a decir
si todo lo que fuiste era bueno.
Tan vacía, desordenada habitación.
Qué vas a pensar, crueles palabras
tendrás para mí, me odiarás,
me buscarás como el pájaro al vuelo,
y en tus labios estallará sin remedio
todo lo que no fui para ti.
Muero por que acaricien mi pelo
está bien así, de tan dulce no me sale el amargo,
de tan amarga empalago y ahora
siento estar tan sola cuando estás a mi lado
necesito tener algo que perder
o demasiado que ganar.
Siento no leer tus poemas,
duelen tanto que lo entenderás.
Triste es no encontrarse en un verso triste,
más triste es encontrarse,
o darte de bruces conmigo en un abrazo
y que ni siquiera esté yo allí.
No le pongas rima a mis letras
yo lo quise así, el caos danza con ritmo
dentro de mí y me ayuda a dormir caliente
en mis sábanas frías.
No tienes reservada ni un poco de ternura
para mis ojos, poner tanta distancia
desde mí hasta todo lo demás es el precio a pagar
por confundir el bien y el mal.
Sólo dime que pensarás un poco en mí
cuando despiertes y algo mínimamente estúpido
te haga sonreír.
1 comentario:
"siento estar tan sola cuando estás a mi lado"
"darte de bruces conmigo en un abrazo y que ni siquiera esté yo allí"
Estar ausente con el cuerpo presente es una pena para el cuerpo y para la mente.
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